Fotografía que usar poca profundidad de campo
Sin embargo, utilizar una profundidad
de campo pequeña nos limita un poco más en este aspecto pues habrá muchos
menos elementos en la composición que llamen la atención al ojo del que vea la
imagen. ¿Qué tipo de foto son las que mejor suelen llevarse con las
profundidades de campo pequeñas?
Los retratos
La parte más importante de un retrato suele ser los ojos. Por eso, el hecho de
utilizar una profundidad de campo pequeña nos ayudará a realzar esta parte de
la cara: hará que el resto de facciones queden fuera de foco y, por lo tanto,
en un segundo plano dentro de la composición de la fotografía.
Con una profundidad de campo pequeña en retrato, atentos al enfoque pues tiene poca zona
enfocada en nuestra imagen por lo que hay que enfocar los ojos y ademas aislamos el sujeto
del fondo
Si usamos apertura y distancia focal
adecuadas y disparamos a la suficiente distancia del sujeto, el fondo puede
llegar a quedar completamente neutro y centrar la atención del espectador en el sujeto que nosotros presentamos
enfocado. Sin distracciones, sin contexto
La fotografía de detalle
Está claro: si queremos fotografiar una pequeña parte de algo o alguien,
debemos conseguir que el resto del entorno/sujeto/objeto quede anulado.
Hay muchas formas de hacer esto: composición (por ejemplo buscando
un ángulo de visión que nos oculte ciertos elementos), iluminación (manteniendo ciertos elementos en la sombra) o, incluso, la misma profundidad de campo.
Una profundidad de campo pequeña nos permitirá mantener la atención del
observador en el detalle que nosotros queremos mostrar. Y si somos capaces de
usar una profundidad de campo adecuada, a la vez podremos, también,
contextualizar en cierto modo ese detalle sin que el resto de elementos del
encuadre le roben protagonismo. Ten en cuenta, también, que no debes dejar nada que te interese fuera de foco así que asegúrate de
que realmente es lo que necesitas cuando vayas a buscar la mínima profundidad
de campo.
Así pues, de los tres elementos necesarios para reducir la profundidad de
campo (poca distancia entre la cámara y el sujeto, distancia focal larga y
diafragma abierto), en la fotografía macro encontraremos, casi sin excepción,
dos de ellos. El tercero, es decir, el usar un diafragma
abierto suele aparecer también en estas fotografías, para trabajar con el
hecho de que se necesita una gran cantidad de luz para poder iluminar estas
imágenes (las focales largas y los complementos como los tubos o los fuelles
suelen reducir mucho la luminosidad de las tomas).
Sea como sea, para la fotografía macro, y como ya pasaba con los retratos,
una profundidad de campo pequeña nos ayudará a conseguir un fondo de imagen más
homogéneo, que no llame tanto la atención y que, por lo tanto, nos permita
centrarnos mejor en el sujeto principal que nos ocupe.
Es posible que en algunas de las fotografías macro no te interese disponer
de una profundidad de campo pequeña (especialmente si por culpa de esto parte
de tu sujeto queda desenfocado) aunque a no ser que dispongas de la posibilidad
de iluminar externamente el sujeto (y, por lo tanto, puedas cerrar diafragma),
se puede dar la circunstancia de que tengas que lidiar, sí o sí, con una zona
enfocada muy reducida. Haz pruebas y busca la mejor combinación de parámetros
para que tu fotografía quede como a ti te gusta.
Por eso, si utilizamos una profundidad de campo muy reducida, nos será más
fácil aislar el protagonista de nuestra foto o, al menos, tendremos menos
elementos de los que preocuparnos en la composición (por ejemplo, el fondo es
probable que esté completamente desenfocado y, por lo tanto, no sea fácil
reconocer el entorno en el que está situado el sujeto).
Fotografías suaves
No es exactamente un tipo de fotografía, pero sí es un estilo que puede
ganar mucho en expresividad si lo acompañamos con una profundidad de campo
pequeña. A veces, con nuestras imágenes queremos conseguir transmitir suavidad.
Utilizar una profundidad de campo pequeña y, por lo tanto, hacer uso del
enfoque selectivo nos ayudará en esta misión. El sujeto principal de nuestra
fotografía quedará rodeado de elementos desenfocados y, por lo tanto, de
aspecto suave. Es especialmente útil para las fotografías de bebés
o premamá, por ejemplo.
En resumen
Reducir la profundidad de campo en nuestras fotografías es una alternativa
muy llamativa pues ofrece resultados muy vistosos a los que nuestro ojo no está
muy acostumbrado. Sin embargo, tenemos que tener muy claro que, como todas las
técnicas fotográficas (y eso es extrapolable al mundo del arte en general) no
son siempre válidas.
En este caso, nos
servirá para destacar un elemento por encima del resto pero ¿debes realmente
destacarlo para conseguir la imagen que quieres? ¿estás destacando el sujeto
que deberías? y, lo más importante, ¿vas a destacarlo como deberías hacerlo? Sé
consciente de que hay multitud de maneras de darle protagonismo a un sujeto y,
quizás, el enfoque selectivo no sea el que mejor te funcione.
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