viernes, 6 de marzo de 2020

6-3-2020 Como hacer una cata de vinos

 
COMO HACER UN CATA DE VINOS
Poner un número a una sensación no es trabajo fácil, este método la tarea puede resultar un poco más sencilla. Valorar un vino es cuantificar de alguna manera la calidad de un vino.

FICHA DE CATA
Para eliminar vinos de calidad deficiente, de seleccionar los mejores vinos, es necesario realizar las anotaciones pertinentes.
Se valora color, limpieza, intensidad aromática, sabor, cuerpo, armonía con una ficha de cata que refleja el valor del vino.

Nombre del catador.  Nombre del vino. Procedencia. Variedad o variedades.  Añada. Fecha de la cata. Lugar de la cata. Temperatura de la sala. Temperatura del vino. Graduación alcohólica.
Tipo de crianza. Fase visual. Fase olfativa. Fase gustativa. Observaciones. Y Comentarios.
Si se catan vinos espumosos se deben incluir apartados para valorar las burbujas y la espuma.
Las puntuaciones de las fichas de cata no suelen ser estándares, existen muchos modelos de fichas. Su puntuación sobre 100 y distribuido máximo en Color – 5, Limpidez – 5, Buqué - 20
 Alcohol – 5, Suavidad – 10, Vigor -15, Finura – 10, Permanencia – 5, Armonía - 25

 La cata de vinos es una experiencia divertida a la par que didáctica que puedes hacer solo, en pareja o con amigos.
1. ¿Tengo que tener formación previa?
 En la cata de vinos hay distintos niveles. Apúntate a una cata para principiantes y déjate guiar por las indicaciones del director de la experiencia.

Sobre aromáticas que debes conocer en una cata de vinos
El vino es una bebida compleja en la que pueden llegar a confluir aromas de distinta índole, provenientes de las fases de fermentación y maduración.
Realizar el análisis olfativo del vino, en ocasiones resulta complejo detectar todos los aromas que desprende. Se trata de una bebida compleja en la que pueden llegar a confluir aromas de distinta índole, provenientes tanto de la propia uva como de las fases de fermentación y maduración.
De cualquier manera, el éxito siempre reside en la práctica, así que, cuantos más vinos descubras, más desarrollarás tu capacidad analítica.

Serie vegetal Recuerda a naturaleza, hierba, hojas, tierra, musgo, té o incluso pimiento, espárragos o alcachofas en vino blanco.
Serie floral a flores azahar, lirio, jazmín, tilo etc en vinos blancos. En vinos tintos a rosas, violetas
Serie frutal, moras frambuesa, fresas, plátano, melocotón, manzana, almendra etc., en blancos naranja, limón, pomelo, membrillo.
Serie especiada, canela vainilla, clavo, anís, laurel, tomillo, romero
Canela, vainilla y clavo son las más conocidas. A ellos se suman jengibre, anís, laurel, tomillo, romero, y mostaza. Hongos como las setas y la trufa también se engloban aquí.
Serie química Son como defectos, azufre, cloro, papel etc
Serie de ésteres, aromas secundarios cerveza, levadura, mantequilla, yogur
Serie de madera, a barricas, cedro y castaño
Series balsámicas, animales y empireumáticas. Envejecimiento del vino. Pino, miel, menta, carne cuero piel, ahumados, café, tabaco etc.
Qué es la acidez del vino es una de las características principales del vino. Está relacionada con los ácidos que componen la bebida, de la propia uva y de fermentación.
Un vino de acidez baja y pierde frescor y personalidad. Por ese motivo, el proceso de regulación de esta cualidad ha de ser extremadamente minucioso, ya que la acidez se puede contrarrestar, pero no añadir.
Los tres principales, tartárico, málico y láctico, suman el 90% del total y  el 10% restante está compuesto por otros como acético, cítrico, succínico o ascórbico.
Tartárico Representa en torno al 30% de los ácidos totales, y está vinculado con la uva, da frescor al vino. Es el principal responsable del frescor del vino.
Málico producido por el sabor de las manzanas, es punto de partida de la segunda fermentación de vino (maloláctica).
Láctico Surge después de la malolactíca y da sensación a mantequilla.

Los 3 tipos de aromas que debes conocer para entender de vinos
Los aromas se generan por multitud de sustancias químicas que se desprenden del vino (volátiles) y penetran en nuestro organismo a través de la nariz o la boca (vía rétronasal).
Las cualidades aromáticas pueden provenir de la propia uva, de la actividad de microorganismos, del tiempo (crianza), de adición (madera, oxigenación, encolado, levaduras, etc.), o de sustracciones (reducción, filtración, etc.).
Los primeros aromas que percibimos son los primarios, que llegan a nosotros nada más acercar la copa a la nariz. Más complejos, los aromas secundarios son los que se liberan al hacer girar el vino en la copa. Finalmente, percibimos los terciarios o buqué, que aparecen con el tiempo y una agitación más enérgica.
AROMAS PRIMARIOS
Producidos al aumentar el contacto del vino con el aire, se perciben aromas de cepas o grado de madurez de la uva (afrutadosflorales y vegetales).
Entre los aromas afrutados, Cítricos, Tropicales, Frutas blancas, Frutos rojos, Frutos secos.
Los aromas florales pueden ser: rosas, azahar, violetas.
En cuanto a los aromas vegetales, podemos encontrar: Pimiento verde, Hinojo, Heno y Canela
AROMAS SECUNDARIOS
Son aquellos que se liberan cuando se hace girar el vino en la copa y que nos dan información sobre los procesos fermentativos que se han producido en el vino.
Aromas de panadería: Son los procedentes de la fermentación alcohólica. Son característicos los aromas de pan recién hecho, brioches, etc., aromas que proceden de la fermentación de las levaduras, de la crianza sobre sus lías, etc.
Aromas lácticos: aromas a mantequilla. Estos aromas surgen de la transformación del ácido málico en láctico, aportando toques de yogur, queso o mantequilla.
AROMAS TERCIARIOS (BUQUÉ)
Los aromas terciarios o buqué (del francés bouquet) son el resultado de los procesos que experimenta el vino a lo largo de su paso por madera de roble.

Claves para hacer el análisis visual de un vino
La experiencia de cata consiste en un análisis sensorial dividido en tres fases: visual, olfativa y gustativa. Os damos las claves para hacer el análisis visual.
1.El contexto
Para poder hacer un buen estudio visual de un vino, es recomendable estar en un lugar bien iluminado y utilizar un mantel blanco. De este modo, encontraremos fácilmente los matices a descubrir al inclinar la copa, sin que el fondo o una luz demasiado amarillenta o tenue nos puedan llevar a engaños en materia de color y transparencia.
Una vez creado un ambiente adecuado para la cata, podemos proceder al descorche. El análisis comienza por el estudio del corcho. Después, sirve un poco de vino en tu copa y cógela por el tallo para poder apreciar todas sus características. Comenzamos.
2.La limpieza
Agita la copa suavemente e inclínala un poco sobre el mantel, delante de la luz. Si quedan posos en las paredes o el fondo de la copa, diremos que no es un vino limpio, transparente o fino. En ese caso, utilizaremos la decantación para eliminar esos sedimentos, que tienden a ser propios de vinos con mayor tiempo de maduración.
Hay que apuntar que es algo muy normal y que no debemos desechar el vino porque contenga sedimentos, salvo que sea extremadamente fangoso. Se trata de una consecuencia natural del proceso de maduración y oxidación de algunas variedades de reserva y gran reserva. La decantación también nos servirá para oxigenar la bebida.
3.El brillo
Si el vino refleja la luz, es vivo y brillante, es una buena señal. Significa que no tiene defectos. Esta característica es fundamental cuando hablamos de blancos y rosados, pero también afecta a los tintos, ya que, si el líquido es mate, indicará que no ha sido bien clarificado (esto es, que el mosto no ha sido bien separado de las materias en suspensión en las primeras fases de la elaboración).
4.El color
La tonalidad, la intensidad y los matices del color nos dan pistas sobre la edad del vino. Por ejemplo, los blancos con reflejos ligeramente dorados o verdosos son jóvenes, mientras que los que tiran más a dorado intenso, casi anaranjado o ámbar son viejos. Estos últimos suelen ser criados en madera.
Los tintos jóvenes y crianzas tiran a tonos de frutas del bosque como la frambuesa o la mora, mientras que cuando hablamos de vinos con mayor periodo de maduración la tonalidad es mucho más anaranjada, tirando hacia los cobres.
5. La capa
Inclina tu copa y pon tu mano al otro lado, sobre el mantel. Si el vino es muy transparente, verás tu mano fácilmente y diremos que es de capa baja. Si te cuesta ver a través del líquido, diremos que es de capa alta. Esta característica está directamente vinculada con la intensidad cromática de la bebida que estamos analizando.
6.La densidad
Vuelve a agitar ligeramente el vino dentro de la copa. Luego para y observa al trasluz. Si el vino vuelve al fondo del recipiente dejando lágrimas en las paredes quiere decir que es denso. Cuanto más tarden las lágrimas en llegar al fondo, mayor densidad diremos que tiene la bebida y, por ende, más graduación alcohólica y mayor riqueza de glicerina.
7.Las burbujas
En el estudio visual de un espumoso, el último paso es el análisis de las burbujas, cuyo tamaño está relacionado con la temperatura de fermentación. Normalmente, diremos que las burbujas finas indican que el vino es de mayor calidad. Estas deben ser persistentes y vivas, y deben ascender de forma vertical.

¿Con qué se marida el vino en una cata?
Con alimentos de sabores neutros, como las rosquillas o el pan, nada que pueda enmascarar el sabor del vino.
¿Cuántos vinos voy a probar?
Un máximo de 10, para dejar suficiente tiempo entre vino y vino y no mezclar los sabores. ¿Puedo elegir el vino que voy a catar?
La lista de vinos viene cerrada.
 ¿Cómo tengo que catar el vino?
La cata se divide en fase visual, olfativa y gustativa.
En la fase visual se sirve un poco de vino en la copa, que debes agarrar por el tallo. Busca un fondo blanco, inclina la copa y observa el color, la intensidad y la limpieza del vino. Agita la copa veras las lágrimas resbalando al fondo, la velocidad da la densidad del vino y su grado alcohólico
La fase olfativa, inicialmente, se realiza sin agitar la copa. Llévala a tu nariz, cierra los ojos y respira. Percibe los aromas que encierra el vino. Después agita la copa, para que la bebida se airee. Con el contacto con el oxígeno, los aromas cambian.
Recuerda que los aromas primarios proceden de la uva en sí y del terreno en el que se ha cultivado. Por eso, te recordará a la naturaleza, a fruta, a minerales, a tierra mojada, etcétera. Los secundarios nacen en la fermentación malolactica y, por tanto, traen recuerdos a pan y lácteos.
Los aromas terciarios surgen en la crianza. Son los más complejos. Te pueden recordar a madera, pero también a cuero, torrefactos, café, chocolates, etcétera.
Y por fin, la fase gustativa. Bebe un poco y muévelo en tu boca, para impregnarle de él. Percibe su dulzor, amargura y acidez, y después presta atención a la textura. Traga, expira y céntrate en la sensación que te queda. ¿Te deja recuerdo en la boca durante bastante tiempo? Es porque es un vino largo. Si no, es de final corto.
 La cata, ¿antes o después de comer?
Cuando quieras pero con la digestión hecha. Lo idóneo es hacer la cata con el estómago vacío si comes dejar pasar una hora y media.
¿Cómo tengo que sostener la copa? Por el tallo o por la base, para no alterar la temperatura del vino.
 ¿Tengo que escupir el vino? No si no quieres no, pero si abusas tu capacidad analítica disminuirá.
¿Puedo conducir después? No debes, es inevitable que algo de alcohol pase a tu sangre.
 Si no soy muy fan del vino, ¿disfrutaré de la experiencia? Conocerás nuevos aspectos sobre los vinos y sus matices.

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