7 consejos infalibles para usar un gran angular.
Son capaces de atraer e impactar al espectador
con formas extravagantes y llamativas
1. Aprende las diferencias con un ojo de pez
Un gran angular
no es un ojo de pez. Las lentes ojo de pez distorsionan la imagen y curvan en exceso
los bordes de la imagen, un objetivo gran angular nunca llegará al extremo de
un ojo de pez.
2. Haz tus primeras pruebas en interiores
No solo porque aparecerán más detalles de
la habitación sino también por la distorsión artística de la que hablaba antes.
Busca espacios con muchos elementos, conseguirás fotografías óptimas y
llamativas sin importar en exceso dónde coloques la cámara o dónde apuntes.
3. Ten en cuenta las escalas
Aprenderás a usar un gran angular cuando tengas
en cuenta las escalas mientras se está realizando la fotografía, y más detalles
en la toma.
El círculo de
confusión también tiene mucho que ver con la escala. El círculo de confusión lo
constituyen los puntos de luz que llegan al sensor de tu cámara a través
del objetivo y que tienen una nitidez aceptable, o al menos así lo perciben
nuestros ojos. Percibiremos mayor o menor nitidez dependiendo de la agudeza
visual del espectador, la distancia a la que se observa la fotografía y el
tamaño de la fotografía. De ahí que la escala sea uno de los muchos elementos
básicos para crear una buena fotografía.
4. Convierte la composición en el factor más
importante
No incluir en
nuestra composición elementos que no favorecen nada, evites cargar de
contenido molesto la composición. Los resultados pueden ser mejores si buscas
un objeto como primer plano, la distancia que existe entre los planos de
la escena, dando mayor profundidad de campo.
Siempre que
trabajes con un objetivos gran angular la composición debe convertirse en
el punto fuerte de tus trabajos.
5. Recuerda que tu posición será fundamental
Cuando estamos
trabajando con un objetivo de distancia focal estándar o con un teleobjetivo la
posición de nuestra cámara no tiene demasiada repercusión en el resultado
final. Que inclines la cámara unos centímetros hacia abajo o hacia arriba cuando
estás trabajando con fotografía deportiva o fotografía de aves no implicará un
cambio excesivo, sino que más bien hay que tener en cuenta dónde está apuntando
el objetivo, sin embargo cuando hablamos de usar un gran angular la cosa
cambia.
Modificar en tan
solo unos centímetros la posición de la cámara nos lleva a resultados
completamente diferentes.
Si estás trabajando con un gran angular en una
habitación o un interior y la cámara está centrada con respecto a la
habitación, los resultados serán bastante aburridos, mientras que si inclinas
la cámara unos centímetros arriba o hacía abajo notarás cómo las líneas se
vuelven más llamativas y espectaculares, dando esa sensación de amplitud que
tanto caracteriza a los objetivos gran angular, con un teleobjetivo la posición
de la cámara no implicaría lo más mínimo.
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