Qué es la kilocaloria
Las calorías son la cantidad de calor necesaria para elevar
la temperatura de un gramo de agua pura un grado centígrado a una presión de
una atmósfera.
En nuestro día a día necesitamos un aporte continuo de
energía para poder llevar a cabo todas nuestras funciones: para el buen
funcionamiento del corazón, del sistema nervioso, para realizar el trabajo
muscular, para desarrollar una actividad física, para los procesos
biosintéticos relacionados con el crecimiento para desarrollar una actividad
física, para la reproducción y reparación de tejidos y también para mantener la
temperatura corporal.
¿De dónde procede la
energía?
La energía que necesitamos para poder llevar a cabo estas
funciones es suministrada por los alimentos que comemos y se obtiene de la
oxidación de hidratos de carbono, grasas y proteínas.
Denominamos valor energético o calórico de un alimento a la
cantidad de energía que se produce cuando es totalmente oxidado o metabolizado
para producir dióxido de carbono y agua.
Todos los alimentos son potenciales administradores de
energía pero en cantidades diferentes según su variable contenido de
macronutrientes.
El valor energético de un alimento lo expresamos normalmente
en kilocalorías (kcal). Aunque debemos distinguir entre kilocalorías y
calorías. Aunque en el campo de la nutrición con frecuencia se utilizan como
sinónimos.
En la actualidad existe una creciente tendencia a utilizar
la unidad kilojulio (kj) en lugar de kilocaloría.
Cuatro son los elementos que pueden nutrir nuestro cuerpo de
energía, pero de éstos, solo tres de ellos nos aportan nutrientes, son los
carbohidratos, las proteínas y las grasas. El cuarto elemento sería el alcohol,
pero éste no nos aporta ningún nutriente, sino energía en la forma de calorías
propiamente dicha.
La cantidad de energía que aporta cada uno de esto elementos
son:
Hidratos de Carbono = 4 kilocalorías por gramo. Proteínas = 4 kilocalorías por gramo.
Grasas = 9 kilocalorías por gramo. Alcohol = 7 kilocalorías
por gramo.
¿Qué cantidad de calorías debemos consumir al día?
Es importante saber que la necesidad energética diaria de
una persona varía y está condicionada por su gasto energético total. Éste es la
suma de su metabolismo basal, el efecto termogénico de los alimentos, el
trabajo muscular y el factor de lesión.
Metabolismo basal: se trata del consumo energético necesario
para mantener las funciones y la temperatura corporal del organismo. Este valor
se vería afectado por otros factores como la superficie corporal, la masa
magra, el sexo, la edad, si ha estado embarazada y el número de embarazos que
ha tenido, la raza, el clima, si tiene alteraciones hormonales, o los estados
nutricionales entre otros factores.
Efecto termogénico:
en este caso el efecto termogénico de los alimentos es el consumo energético
que aparece como consecuencia de la digestión de los propios alimentos.
Factor de actividad:
es el gasto energético necesario para el desarrollo de las diferentes
actividades. En una persona moderadamente activa representa entre el 15 al 30
por ciento de las necesidades totales de la energía.
Factor de lesión:
aquí se trata de la energía adicional utilizada por el organismo para tratar
enfermedades o problemas. Este factor varía dependiendo del grado de gravedad,
la extensión o la duración del proceso patológico de salud.
Balance entre
necesidades e ingesta energética. El balance entre necesidades de energía y la
ingesta calórica es el principal determinante del peso corporal.
Erróneamente son muchos los que piensan que deben quemar
todas las calorías que consumen porque de lo contrario les llevará a un aumento
de peso, pero esto no es cierto. Nuestro organismo necesita calorías para
funcionar.
Si nuestra dieta aporta más energía de la necesaria, el
exceso se almacena en forma de grasa dando lugar a sobrepeso y obesidad. Si por
el contrario el aporte de energía es inferior al gasto, se hace uso de las
reservas corporales de grasa y proteínas, produciéndose, si se mantiene la
situación, una disminución del peso y malnutrición.
Dado el caso, en ambas situaciones puede existir un mayor
riesgo para la salud, por lo que se recomienda mantener un peso adecuado, que
es aquel que se correlaciona con una mayor esperanza de vida.
¿Cuántas calorías
necesitan los niños?
Al igual que las personas, no todos los niños necesitan el
mismo aporte de calorías, por lo tanto, no existe una cantidad exacta. Sin
embargo, existe un rango recomendado para la mayoría de los niños y niñas en
edad escolar entre 1600 calorías a 2200 calorías por día.
En la etapa de la pubertad son las niñas las que necesitan
más calorías que los niños, aunque la mayoría de los niños y niñas no tienen
que preocuparse por las calorías debido a la actividad física diaria que
realizan. Aquellos que padecen sobrepeso deben asegurarse de no consumir
demasiadas calorías. Para ello pueden
comenzar evitando los alimentos altos en calorías como las bebidas azucaradas,
las golosinas y las comidas rápidas. Lo mejor es seguir una dieta saludable y
equilibrada, realizar ejercicio físico y jugar, ya que ayuda a quemar calorías.
¿Cuántas calorías
debo ingerir si estoy enfermo?
En el estado de enfermedad o si se está en tratamiento
contra el cáncer, lo más probable es que el paciente haya perdido el apetito,
pero debe comer. Es importante consumir suficientes proteínas y calorías que le
ayudarán a manejar la enfermedad y los efectos secundarios del tratamiento. En
todo caso siempre debe tratar este tema con su especialista.
Si se encuentra sin apetito puede cambiar los hábitos
alimentarios para obtener más calorías. Algunas recomendaciones son: Coma
cuando tenga hambre.
Ingiera alimentos en pequeñas dosis entre cinco o seis veces
al día en lugar de tres comidas grandes al día.
No se llene con líquidos antes o durante las comidas.
¿Cuántas calorías
debo ingerir si estoy embarazada?
En el caso de gestación, el consumo de calorías debe ser
adecuado, ya que en caso contrario puede asociarse al desarrollo de una
enfermedad. Si se da un incremento de la ingesta calórica por debajo de los
índices necesarios puede haber una escasa ganancia de peso durante la gestación
y como consecuencia que el recién nacido tenga bajo peso.
Por el contario, si se da un aumento excesivo de la ingesta
de calorías, conllevará a mayor riesgo de obesidad materna y de mayor peso
fetal, generando un riesgo y aumentando las posibilidades de preeclampsia,
diabetes gestacional, parto instrumental y de cesárea.
El aumento de calorías en el embarazo se incrementa principalmente
en el segundo y tercer trimestre de gestación. En la primera parte del
embarazo, las necesidades son muy similares al estado de no gestación: los
hábitos alimenticios de la mujer embarazada deben concentrarse en mantener una
dieta equilibrada y variada.
Durante el embarazo la cantidad media de calorías en una
mujer normal menor de 30 años es de unas 2.000 calorías al día. En el caso de
mujeres mayores de 31 años, estas recomendaciones descienden a 1.800 calorías.
Durante el segundo trimestre, el aumento de la ingesta de
calorías recomendadas es de 340 calorías al día. Entre el tercer y sexto mes se
acumulan los requerimientos energéticos más elevados. En este periodo se
producen cambios importantes en el metabolismo materno y esos cambios incluyen
el aumento de la resistencia a la acción de la insulina en todos los tejidos
maternos, con el consecuente aumento de glucosa sanguínea, y con ello, el
aumento de depósitos maternos de glucosa y de ácidos grasos con la intención de
cumplir dos preceptos: mantener unos depósitos maternos y asegurar el paso de
nutrientes y energía necesarios para el correcto desarrollo fetal.
Finalmente, durante el último trimestre de gestación, las
necesidades de calorías aumentan en 450 calorías diarias. Este aumento se debe
a la maduración de los tejidos que ya se han desarrollado previamente en el
feto, así como el mantenimiento de todos estos tejidos nuevos que acarrea un
mayor gasto metabólico. En este trimestre también se produce un crecimiento muy
rápido de los tejidos fetales y es también cuando se da la mayor ganancia de
peso fetal y el mayor almacenamiento de ácidos grasos por el futuro recién
nacido. Además, a este aumento de las necesidades fetales hay que añadir que la
madre necesita un mayor gasto energético basal durante estas últimas semanas
para mantener su actividad normal.
¿Cómo utiliza nuestro
cuerpo las calorías?
Si hablamos de calorías, hablamos de energía, por tanto, una
vez que consumimos el alimento con determinada cantidad de calorías, éstas se
descomponen en nuestro organismo y se reparten según las necesidades de nuestro
cuerpo. Algunas ayudan al funcionamiento de nuestros órganos y otras a nutrir
nuestro músculo; otras se queman o se convierten en grasas.
Así cuando consumimos más calorías se convierten en grasas y
de lo contrario cuando ingerimos menos calorías de las necesarias, nuestro
organismo empieza a quemar grasa de nuestro organismo.
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