jueves, 13 de abril de 2017

Sacar fotos con textura 13-4-2017



     TRUCOS PARA SACAR FOTOGRAFÍAS CON TEXTURA

La textura es un elemento de impacto visual de las fotografías, que transmite sensaciones, es como si lo tocáramos.
 Hay trucos para dar esa sensación en las fotos.
Toma muy en cuenta cada uno de ellos para lograr mayor riqueza en la composición de los trabajos que hagas.
Si buscas lograr una sensación de volumen por medio de la textura, busca sombras intermedias.  
La iluminación es muy importante cuando se trata de fotografiar este aspecto. Las zonas oscuras que se mantengan degradadas hacia la luz, enfatizarán las dimensiones de un objeto o persona al momento de captarla con la cámara.
Busca un punto focal en cada una de las texturas que encuentres.
 Algo que caracteriza a este tipo de detalles, es el hecho de que busca llenar la vista del espectador con aquellas partes que expongan la superficie de las cosas o paisajes con más claridad. Para esto, enfatizar un área especial supone una medida muy efectiva.
Aumenta la contraposición de la luz y la oscuridad para resaltar la textura. Este tipo de oposiciones como bien debes saber, ayudan mucho a resaltar los detalles más pequeños en las fotografías; en especial cuando se trata de aspectos como ranuras, fragmentaciones, zonas porosas o cualquier superficie interesante.
Estos pequeños trucos son muy simples pero a la vez, efectivos si quieres lograr un efecto único en tus fotografías. Ponerlos en práctica es más sencillo de lo que piensas, solo es cuestión de que intentes hacerlo cada vez que vayas en busca de escenas para fotografiar.

Cómo hacerlo
Antes que nada debemos escoger nuestra foto original y la fotografía de la textura que queramos utilizar. Recuerda que texturas hay por dónde quiera que mires.
Una vez seleccionadas tus imágenes lo único que harás será copiar y pegar la foto de textura sobre tu foto original y utilizar el modo de fusión de la capa de la textura y su opacidad, hasta conseguir como quieras que se vea tu foto final.
Las Texturas en Fotografía y Cómo Sacarles Jugo
El lenguaje visual es aquello que desarrollamos para expresar mensajes a través de las imágenes. A la hora de expresarnos visualmente, contaremos con muchísimos elementos que nos ayudarán, como podrían ser el ritmo o el volumen. Pero éstos no son los únicos.
La textura, por ejemplo, también nos puede ayudar a expresar cosas. Y es que la textura de una imagen, no es más que una ilusión óptica que ayuda a reconocer aquellas sensaciones táctiles que podría experimentar quien ve la foto, si tocara la superficie que está viendo. ¿Cómo influye la textura en las fotos? ¿Cómo conseguir potenciar la textura en nuestras imágenes?

¿Qué Nos Transmite la Textura?
Todos los objetos que tenemos a nuestro alrededor tienen textura, el verdadero reto fotográfico está en conseguir usar esta textura para nuestros intereses comunicativos. Es decir: para transmitir aquello que queramos a través de la fotografía. Cuando fotografiamos algo con una textura muy marcada, nuestra fotografía toma cierto grado de realismo, pues la imagen evocará, en la mente del espectador, el sentido del tacto. Además, la textura nos aportará cierta tridimensionalidad a nuestras fotografías, que dejarán de ser planas para adquirir cierto volumen.
A nuestro criterio quedará decidir si nos interesa buscar o no esas texturas, tanto en los retratos como en el resto de fotografías. Sea como sea, la textura siempre marcará el tono de nuestras fotos, tanto su presencia como su ausencia. Porque, en realidad, la no-textura también es una textura.
Quizás es un poco lío, voy a explicarme: como he dicho al principio del artículo, TODO lo que tenemos a nuestro alrededor tiene textura. Que algo no sea rugoso no significa, en absoluto, que no tenga textura. Simplemente que es de textura lisa. En el caso de la fotografía de bebés, por ejemplo, cuando se busca la pureza y la suavidad, suelen camuflarse las texturas que puedan provocar las arrugas o se intenta conseguir texturas muy suaves. Si buscamos las texturas en los retratos, por ejemplo, nos ayudarán a conseguir imágenes de personas con carácter, curtidas y con cierta rudeza y agresividad.
Así, para conseguir ambientes fríos y duros, nos interesará buscar las texturas más duras pero para conseguir espacios limpios y mágicos, quizás la mejor opción sea minimizar las texturas para que todo aparezca liso y suave.

Ya Hemos Decidido que Queremos Buscar las Texturas. ¿Cómo lo Hacemos?
Como siempre hemos dicho, lo más importante en fotografía es la luz. La luz es el gran pilar de las composiciones fotográficas. Así que será ella, la luz, la que nos regale las texturas. La mejor manera de conseguir buenas texturas es iluminar nuestro sujeto de manera lateral. Cuanto más lateral y rasante sea la iluminación, más evidentes serán las sombras. Además, si usamos una luz muy dura, generaremos sombras muy duras y, por lo tanto, muy definidas.

Por el contrario, si lo que queremos es eliminar del todo las texturas de nuestras fotografías, lo que tenemos que hacer es iluminar frontalmente nuestro sujeto. O bien iluminarlo desde diferentes puntos para evitar que aparezcan sombras producidas por la textura que éste tenga. Si esto, además, se hace con una luz suave, las posibles sombras que puedan aparecer y evidenciar texturas, serán, todavía, menos evidentes.
También existe la opción intermedia: aquella que busca las texturas pero no de manera agresiva, sólo para dotar de volumen el sujeto. Esto se consigue utilizando una iluminación lateral (aunque no rasante. Con que el punto de luz esté a unos 45º del sujeto, nos servirá). Las sombras, así, serán suaves y graduales. Darán sensación de volumen pero no serán agresivas.
Tenemos que tener todo esto muy en cuenta si disparamos al aire libre, especialmente si buscamos fotografías edificios o paisajes naturales pues, como ya sabemos, la luz va cambiando a lo largo del día. ¿Y esto qué significa? Significa que tenemos que estar muy pendientes de la iluminación que recibe nuestro sujeto: ¿potencia las texturas? ¿esto nos interesa?
Si sólo tienes un momento para inmortalizar aquello que tienes delante (porque, por ejemplo, estás de viaje y tienes el tiempo muy justo), quizás no tengas mucha capacidad de elección. Sin embargo, si tienes la opción de estudiar bien la iluminación del lugar que buscas fotografiar, deberás observar como le llega la luz en distintos momentos el día para, así, poder elegir cuál te interesa más. No tengas prisa para hacer este tipo de fotos, a veces la iluminación baja del sol en su puesta nos regala unas texturas muchísimo más expresivas que aquellas que podamos obtener del sol de mediodía. Teniendo en cuenta este tipo de cosas podemos conseguir pasar de fotografías "buenas" a fotografías "espectaculares". ¡Y fíjate que son sólo detalles!

Textura y Composición
Si decidimos incorporar las texturas en nuestras fotografías, debemos tener en cuenta que las sombras producidas por éstas son importantes para la composición. La composición fotográfica, por norma general, se rige por líneas, figuras y, sobre todo, pesos visuales que se deben repartir de manera atractiva para poder llegar a guiar el ojo que vea nuestras fotos y así, ayudarlo a leer nuestra fotografía. Así que, como iba diciendo, si decidimos añadir en nuestra composición un nuevo elemento (las texturas, las sombras) deberemos encontrarle un lugar atractivo en nuestra composición. Especialmente si las texturas son el punto de atención de nuestra fotografía.
Por norma general, hacer evidente la textura que tiene un objeto tiende a "llenarlo" visualmente, lo que significa que, a nivel visual, "pesará más", estará más presente, llamará más la atención al ojo que mire la fotografía. Asimismo, un objeto/sujeto que tenga una textura lisa (sea porque realmente la tiene o porque hemos disimulado su textura real mediante una iluminación frontal) será mucho más ligero visualmente. Esto es especialmente importante tenerlo en cuenta, sobretodo si en una misma composición vamos a juntar objetos con distintas texturas porque, realmente, ¡las texturas nos condicionarán la composición!
La textura se define como la capacidad táctil de una superficie u objeto. La misma puede ser real, o en el ámbito artístico puede ser sugerida mediante efectos visuales en un plano bidimensional. Por ejemplo, en el dibujo o en la pintura, añadir textura puede ser un gran reto, pues se tiene que recrear o reproducir algo tridimensional en un una hoja de papel o un canvas.
Entonces, ¿cómo se puede representar una cualidad táctil en una foto? Cuando se trabaja esta cualidad en la fotografía, se hace por medio de capturar superficies cuyas texturas nos recuerden el sentido del tacto y la manera como podríamos llegar a sentirlas de ser posible tocarlas. Este elemento es uno de mucha importancia en la composición de una fotografía, sobre todo cuando utilizamos tonalidades de blanco y negro, pues sus cualidades no se ven opacadas por el uso y abuso del color.
Cómo se logra una buena representación de textura
Para tomar buenas fotos de textura, lo primero que debemos hacer es elegir bien el sujeto. Todo a nuestro alrededor tiene una textura diferente. Por lo tanto, toma un momento para observar y apreciar la superficie de los objetos a tu alrededor. Si te es posible, toca suavemente con tus dedos cada superficie. ¿Cuál tiene una textura más interesante? ¿Cómo puedes lograr que la persona que vea la foto imagine cómo se siente tal superficie? Esto determinará la manera en la que vas a representar este elemento en tu foto.
Ahora bien, si la textura va a ser el tema principal de tu foto, debes evitar las distracciones. En la mayoría de los casos tendremos que acercarnos a nuestro sujeto. De esta manera, no nos distraerán otros elementos menos importantes en la foto.

Otro aspecto importante en la representación de la textura en una foto, es el ángulo en el que se toma. En vez de capturar el sujeto justo de frente a nosotros, probablemente sea mejor mirarlo primero desde diferentes ángulos antes de fotografiarlo. Es muy probable que encontremos un ángulo en el que la textura o el relieve del mismo reslate mucho más.
Además, la iluminación también puede jugar un papel importante en la representación de la textura. Al igual que el ángulo, una luz lateral puede ser mucho más favorable que una luz frontal. Esto se debe a que la sombra es parte de lo que ayuda a resaltar los relieves de una superficie. Por tal razón, una luz frontal reducirá considerablemente las sombras que crea ese relieve. Mientras tanto, una luz lateral creará más sombras, y por ende, mayor profundidad en la textura de la superficie.

La textura como fotografía abstracta
La fotografía abstracta es aquella que captura colores, texturas, diseños, o patrones creativos o interesantes, mostrando solo una porción del sujeto fotografiado, sin que este se defina por completo. Por lo tanto, para este tipo de fotografía es sumamente importante tener en cuenta la textura del objeto que se va a fotografiar. Este es uno de los casos en los cuales este elemento puede ser el protagonista en la foto.

La textura como fondo
Ahora bien, una superficie cuya textura sea interesante también puede funcionar muy bien a la hora de necesitar un “background”, o fondo, para una foto de persona, por ejemplo. En este caso, la textura pasa a un segundo plano menos importante. Por tal razón, debemos cuidar que la textura no sea tan llamativa que nuestro tema se vea opacado por ella.
Al igual que otros elementos del arte la textura enriquece la fotografía y hace que nuestros ojos se detengan a tratar de sentir lo que por razones obvias no podemos tocar con nuestras manos.

martes, 11 de abril de 2017

La Sensibilidad ISO 11-4-2017



    11 Curiosidades Sobre La Sensibilidad ISO que Probablemente Desconocías

De los tres, probablemente, el parámetro menos conocido es la sensibilidad ISO.

1 Por Qué Es El Eterno Olvidado
Solo es la variación de la sensibilidad ISO no supone, aparentemente, más que la modificación del nivel de exposición para la imagen.
Está directamente relacionado con el nivel de ruido de tu imagen.

2 Cómo Afecta A La Exposición
El valor de ISO es decir, su respuesta/excitación frente a la luz.
Es una relación sencilla, doblar el nivel ISO supone incrementar un paso la exposición, al contrario, reducir a la mitad el nivel de ISO, conlleva reducir un paso el nivel de exposición. Así, el nivel de exposición arrojado por un valor ISO 200 será el doble que el arrojado por ISO 100. Al igual que una configuración de ISO 400 permitirá obtener el doble de exposición que ISO 200.

3 Por Qué A veces Se Habla de Velocidad ISO
Se habla, por tanto, de velocidad ISO, porque el incremento del valor ISO eleva la velocidad con que es excitado el sensor y recoge información lumínica de la escena. Además, derivado de esto, el uso de valores elevados de ISO nos permite reducir los tiempos de exposición configurados (incrementando la mal llamada velocidad de exposición).
El uso de una sensibilidad ISO 640 permitió, junto con una apertura de f/1.8 y un tiempo de exposición de 1/200 seg. esta maravillosa instantánea en el interior de una casa. Sin ese nivel de sensibilidad, el tiempo de exposición tendría que haber sido mucho más bajo y el riesgo de trepidación habría resultado muy elevado
Más adelante veremos que en este incremento de valores ISO no todo es positivo. Esta mayor velocidad también conlleva que se incremente el nivel de ruido, no sólo de la señal.

4 La Regla del "Sunny 16"
Gracias a que contamos con un exposímetro en nuestras cámaras y que podemos disparar múltiples pruebas y observar su resultado hasta lograr el resultado deseado, no es preciso que sepamos qué significa exactamente configurar nuestra cámara a ISO 100.
Sin embargo, existe una regla que se conoce como la regla "sunny 16", que nos dice que ISO 100 es el valor de sensibilidad adecuado para ofrecernos una exposición correcta, en un día soleado y cuando utilizamos una apertura f/16 y un tiempo de exposición de 1/100 seg.
Y si a esto unimos cómo modifica la exposición el valor de ISO, podemos decir que, "en un día soleado, disparando a f/16, para lograr una exposición adecuada, deberemos elegir un tiempo de exposición igual a 1 / sensibilidad ISO elegida".

5 Aplicando La Ley de la Reciprocidad
Si tenemos en cuenta el punto de partida de la regla "Sunny 16" y aplicamos la ley de reciprocidad, tenemos todo lo necesario para lograr configuraciones equivalentes a nivel de exposición.
Bien partiendo de un valor de apertura concreto, para fijar la profundidad de campo:
Configuraciones equivalentes con apertura fija
O bien partiendo de un tiempo de exposición determinado, si lo que nos interesa es congelar el movimiento:
Configuraciones equivalentes con tiempo de exposición fijo

6 Cuáles son los valores máximo y mínimo que puede tomar La Sensibilidad ISO
La mayoría de cámaras parten de ISO 100, como valor mínimo habitual. Aunque es cierto que algunos modelos permiten bajar a ISO 50. Y, de forma muy marginal, existen modelos que incluso llegan a valores tan bajos como ISO 5 (útiles para realizar fotografías de larga exposición sin necesidad de utilizar filtros ND).
Fotografía capturada con un ISO 12800. El nivel de ruido capturado es muy apreciable, especialmente en las sombras
Por su parte, si nos referimos al valor máximo, sí que difiere más entre los distintos modelos. Algunos fijan su umbral en valores como 12.800, ó 25.600. Dejando para modelos profesionales el alcanzar valores de ISO 102.400 (muy apropiados para disparar en condiciones de baja luz).
Aunque, independientemente del valor máximo, es casi más importante conocer el valor máximo que nos ofrece un resultado decente. De nada vale llegar a ISO 102.400 si a partir de ISO 3.200 el resultado es malo.

7 Existen 2 Tipos de Ruido: Luminancia y Color (Chroma)
Como ya hemos comentado, el uso de valores de sensibilidad superiores al ISO base (el valor de sensibilidad original del sensor) conlleva la aparición de ruido en nuestra imagen.
Imagen tomada a ISO 12800 sin corrección de color, ni luminancia
Pero, ¿a que no sabías que utilizar un nivel de sensibilidad elevado origina la aparición de dos tipos de ruido? Pues sí. Y es muy importante saber distinguirlos a la hora de tratar de corregir uno u otro.
Ruido de luminancia
Consiste en la aparición de pequeños puntos más claros o más oscuros (a nivel de luminosidad) que los puntos de su alrededor. Su corrección mediante software de edición origina una cierta pérdida de definición.
Imagen tomada a ISO 12800 con corrección de luminancia (Luminancia +55). Se aprecia la pérdida de definición
Ruido de color o chroma
Consiste en la aparición de pequeños puntos con colores distintos (habitualmente rojos, verdes y azules) en zonas de otro color. Es el tipo de ruido más fácil de corregir por software de edición y, a diferencia de lo que sucede con el ruido de luminancia, su corrección apenas origina pérdida de definición.
Imagen tomada a ISO 12800 con corrección de color (Color +25). No hay pérdida de definición
Por supuesto, de la aplicación de ambos retoques (color y luminancia), se obtiene la imagen con una mejor reducción de ruido.
Imagen tomada a ISO 12800 con corrección de color y luminancia (Color +25, Luminancia +55). Se aprecia la misma pérdida de definición derivada de la corrección de luminancia, que ya observábamos cuando corregíamos simplemente el ruido de luminancia
Aclaración: Las motas blancas de tamaño considerable que se aprecian no son ruido, sino partículas de polvo que debería haber limpiado antes de realizar la fotografía

8 La relación del ruido, la Sensibilidad y el Derecheo del Histograma
Cuando incrementamos el nivel de iluminación de la toma, la relación señal/ruido mejora. Por ese motivo, a un mismo nivel de sensibilidad ISO, aparecerá más ruido en aquellas regiones más oscuras y menor en aquellas más iluminadas.
Ésta es la razón de ser del denominado "derecheo del histograma", que lo que pretende es exponer la toma para llevar el histograma hacia la derecha (hacia las luces), sin quemar la imagen, por supuesto. Para, posteriormente, en postproducción, decidir el nivel adecuado de exposición.

¿Por qué? Pues porque la información presente en zonas de luces es de mejor calidad, al haber una mayor relación señal/ruido. Y, a partir de esta información de mayor calidad, el paso de reducir el nivel de iluminación de la imagen en el procesado proporciona una imagen mucho más "limpia" y libre de ruidos.
Eso sí, si puedes derechear abriendo más el diafragma o incrementando el tiempo de exposición, es posible que también puedas bajar el nivel de sensibilidad ISO de la toma, aunque no logres un histograma tan pegado a la derecha. Lo primero, es lo primero, utiliza siempre el menor nivel de sensibilidad posible.

9 El tamaño del Sensor afecta al Ruido
A pesar de que podamos tener dos cámaras que ofrecen un mismo nivel de sensibilidad ISO máximo, no debemos pensar que el ruido originado por ambas con este valor será el mismo.
 A este respecto, existe un parámetro determinante y éste es el tamaño del sensor. Cuanto mayor sea el sensor de una cámara, mayor será el área iluminada y mayor será la relación señal/ruido.
Esto hace que las cámaras compactas tengan un peor comportamiento a ISOs elevados que las cuatro tercios; y las cuatro tercios que las APS-C; y las APS-C que las Full Frame. Pues el tamaño de los sensores de estas cámaras, como sabes, son diferentes.
No obstante, además del tamaño, también hay otros factores, como la electrónica y el procesamiento de la señal, que pueden reducir la aparición de ruido. Este es el motivo por el que cámaras actuales, con sensores del mismo tamaño que el de cámaras de apenas hace unos años, nos ofrecen un comportamiento a ISOs elevados muchísimo mejor. Y cada día resulta, si cabe, aún mejor y más sorprendente.

10 Reducción de Ruido Incorporada: Olvídate de ella
Además de las mejoras en la captación de información que comentaba en el punto anterior, muchas cámaras también ofrecen una opción que suelen denominar "noise reduction" (reducción de ruido). A través de esta opción, aplican un procesado a la imagen para reducir el ruido que se genera al utilizar un valor de ISO elevado.
Mi recomendación es que desactives esta funcionalidad y apliques la reducción de ruido, si te interesa, utilizando una aplicación de edición (más actualizada y con, seguramente, mejores resultados y más rápidos) en tu ordenador. Ligthroom, Camera RAW, Capture One y todas las aplicaciones propias de fabricantes de cámaras ofrecen esta funcionalidad.
Imagen con la opción de reducción de ruido de la cámara activada (ISO 12800). Inconveniente: No controlas el nivel de reducción de ruido, ni la pérdida de nitidez. Sino que la cámara decide por ti.
¿Por qué? Pues porque, primero, la potencia de tu ordenador es superior a la del procesador que tiene tu cámara; segundo, esta funcionalidad origina un retardo en tu cámara, ya que, tras realizar la foto, tiene que aplicar este proceso; tercero, el resultado de la reducción puede originar una pérdida de detalle que luego no podrás recuperar; y cuarto, no tienes capacidad para determinar el nivel de reducción que realmente quieres.
El único inconveniente, eso sí, es que añade un paso más al postprocesado de tus imágenes. Pero, al menos, dentro de este paso podrás tener un control pleno del resultado logrado: con exactamente el nivel de reducción, el tipo de ruido reducido y el nivel de nitidez deseado.

11 Cuidado Con El ISO Automático. Mantén el Control
La sensibilidad ISO es un ajuste muy útil que actúa como complemento y nos permite variar el tiempo de exposición y la apertura de diafragma para conseguir los resultados deseados. Y, en el caso de la fotografía digital, ni siquiera tenemos que variar el carrete cada vez que queremos variar este valor en nuestra toma, a diferencia de lo que sucedía en tiempos de la fotografía química.
Sin embargo, y a pesar de que muchas cámaras ofrecen la posibilidad de configurar este parámetro en automático, considero que, salvo en contadas ocasioneses preferible tener un control pleno sobre este ajuste y conocer en todo momento el valor elegido y el efecto que ocasionará en nuestras imágenes (aparición de una mayor o menor cantidad de ruido).

lunes, 10 de abril de 2017

Multiplica tus flahses 11-4-2017



   Multiplica tus   flashes

En determinadas ocasiones, cuando sólo disponemos de un flash para realizar nuestras fotografías podemos echar de menos el disponer de uno o dos flashes más. "Quizá con un flash más podría iluminar mejor el fondo...", "quizá con otro flash podría perfilar al sujeto por este lado..."

A estas alturas, el disparar con flashes Speedlight de Nikon separándolos de la cámara, buscando un punto de creatividad o resolviendo un problema ya es algo habitual. Y es que ha llovido mucho desde que en 2003 se presentara la Nikon D2H y su modo de medición iTTL que aportó el sistema de iluminación creativa de Nikon (CLS). Esto es, controlar y disparar flashes de forma inalámbrica directamente desde la cámara, un flash maestro o un dispositivo controlador como el SU-800. De este modo podemos disponer varios flashes en el esquema de iluminación que creemos de forma rápida y sencilla. Pero, ¿qué pasa si solamente disponemos de un flash?

Cámaras como la Nikon D90 además de disponer de control inalámbrico de flashes integrado, disponen de un modo de exposición múltiple que nos permite realizar varias tomas en una única composición. Podemos aprovechar estas dos características para exprimir al máximo nuestras cámaras.

Antes de empezar debemos saber qué cámaras disponen de estas dos opciones. En el momento de escribir este artículo podemos encontrar: la D80, D90, D200, D300, D300s y D700. Por supuesto podemos usar cámaras como las D3s y D3x pero al no disponer de flash incorporado necesitaremos un SB-800 o SB-900 extra o un SU-800 para usarlo como controlador.

Así pues, lo primero que debemos hacer es crear nuestro esquema de iluminación, saber dónde irán nuestros flashes y si alguno necesita algún modificador. Hay que tener en cuenta que como indicamos anteriormente, si usamos una D90 o una D80 contaremos con un máximo de 3 puntos de luz.

Como basaremos la toma en una exposición múltiple, la cámara no debe moverse de su posición entre las tomas, así que es indispensable el uso de un trípode o de algún modo de sujeción para inmovilizar la cámara. A la hora de disparar, si no hay nadie que nos eche una mano la solución pasa por disponer de un disparador remoto o bien usar el temporizador de la cámara, si usamos esta opción dispondremos de diez segundos desde que pulsamos el disparador hasta que se realiza el disparo, tiempo más que suficiente para la mayoría de las tomas.

Lo primero que vamos a hacer es configurar nuestra cámara y nuestro flash en el modo CLS, de manera que sea la cámara la que se encargue de controlar y sincronizar el flash remoto. Para este artículo he empleado un modelo D90; la ubicación de la opción de configuración de flash en el menú de la cámara puede estar en una posición diferente en otros modelos, pero de una o de otra forma todas las cámaras disponen de ella. Consulta tu manual para localizar la función en tu modelo concreto.
En [MENÚ CFG. PERSONAL] elegimos [Horquillado/flash], una vez ahí entramos en la opción [Control del flash integrado] y seleccionamos [Modo controlador]. Esto nos permitirá entrar en la pantalla de configuración de flashes inalámbricos donde podremos configurar de qué modo queremos que funcionen los diferentes grupos de flashes.

Sabemos que disponemos de un sólo flash, que será el responsable de iluminar nuestra escena, este por lo tanto debería ser el único flash activo. Asignaremos el Grupo A para este flash y desactivaremos los demás, incluido el del flash integrado para evitar que el mismo intervenga también en la fotografía. Debido a la naturaleza de la fotografía que vamos a tomar, dejaremos que la responsabilidad de la medición recaiga sobre la misma cámara, así que ajustaremos el [Grupo A] en [Modo] TTL.

El recuadro [Comp.] (compensación de exposición) lo dejaremos a cero para comenzar; aquí podemos aumentar o disminuir la potencia del flash sobre la medición y lo que es mejor, podemos cambiarla en cada toma de nuestra exposición múltiple, así que si en alguna de las tomas necesitamos disparar con -1.3 EV por ejemplo sólo tenemos que entrar en este menú y ajustarlo.

Como canal elegiremos el 1, hay que tener en cuenta que en nuestro flash también debemos fijar el número de canal al 1. Repasamos la pantalla y deberíamos tener la configuración como aparece en la siguiente imagen: Grupo A: Modo TTL, Comp. 0. El resto de grupos desactivados. Canal: 1. Una vez verificado pulsamos [OK] para salir.

Luz ambiente sí, luz ambiente no.


Si vamos a aprovechar la luz ambiente en la escena, por ejemplo la luz de una ventana que ilumina una habitación al fondo podemos hacer fotografías de prueba sin flash con la apertura que necesitemos y con el tiempo de exposición necesario para que el fondo quede expuesto como deseemos. Hay que tener en cuenta la velocidad de sincronización de flash máxima de la cámara 1/200s en el caso de la D90, de hecho es recomendable comenzar a trabajar si es posible a velocidades por debajo de la velocidad máxima de sincronización para luego tener un margen para reducir la iluminación que no provenga de nuestros flashes. Haremos tomas de prueba hasta que el fondo sea correcto. Hay que tener en cuenta también que si usamos luz natural de fondo podemos usar los filtros de gel de nuestro flash para compensar la diferencia de temperatura de color.
Si deseamos trabajar exclusivamente con la luz de nuestro flash entonces en esas tomas de prueba buscaremos una bonita foto, totalmente negra. De este modo garantizamos que la única luz que incidirá sobre nuestro sujeto será la de nuestro flash.

Una vez tengamos esta exposición, podemos probar el flash en cada una de las posiciones haciendo una foto cada vez. Este ensayo previo nos permitirá ubicarnos mejor para cuando disparemos las fotos definitivas y además nos permitirá ver con detalle cómo cae la luz de cada flash independientemente. Cuando creamos que ya hemos hecho suficientes pruebas, pasaremos a realizar la multi-exposición.

Exposición múltiple


Para activar la opción de exposición múltiple debemos seleccionar [MENÚ DISPARO] y entrar en la opción [Exposición múltiple]. Una vez allí podemos fijar la cantidad de exposiciones que necesitaremos para realizar nuestra fotografía, que serán tantas como "flashes" vayamos a emplear en la toma. En el caso de la D90 y D80 podemos seleccionar entre 2 y 3 tomas y con cámaras como la D300s o D700 podemos llegar ¡hasta 10 tomas!
En este caso seleccionamos 3 en [Número de tomas] y dependiendo del motivo a fotografiar activaremos o desactivaremos [Ganancia automática].

La opción de la ganancia automática nos permite elegir cómo deseamos que se unan y procesen las fotografías en la exposición múltiple.
 Si la desactivamos, la cámara unirá las tomas sumando la exposición en el resultado final, por lo que la fotografía tenderá a ser más brillante.
 Si por el contrario, activamos la ganancia automática, la cámara dividirá la exposición total entre el número de tomas, por ejemplo: en el caso de que hagamos una exposición de tres tomas cada una de ellas significará 1/3 de la exposición final, dando la suma de ellas el valor de exposición deseado.
 El activar o desactivar esta opción dependerá del resultado que queramos conseguir y/o de la situación fotográfica a la que nos enfrentemos, aunque siempre podemos probar a disparar dos series con diferente configuración y quedarnos la que más nos guste.
 Una vez configurada la exposición múltiple seleccionamos [Hecho] y pulsamos [OK].
Para disparar la cámara lo ideal es disponer de un disparador remoto como el sencillo ML-L3, pero incluso así, si la toma es complicada nos puede faltar una mano, así que usaremos el temporizador de la cámara.
 Para que nos de tiempo suficiente ajustaremos el retardo al máximo posible, que son 20s. en la D90. En [MENU CFG. PERSONAL] entramos en [c Temporiz./Bloq AE] y en [c3 Disparador auto.] seleccionamos 20 seg.

La cámara tiene un máximo de tiempo de espera entre tomas de 30 segundos. En caso de que en una exposición múltiple no realicemos ningún disparo pasado este tiempo, la cámara considerará que ha terminado la secuencia y realizará el proceso de fusión de las imágenes tomadas. Si deseamos disponer de más tiempo entre tomas podemos "estirarlo" mediante el siguiente truco: El tiempo entre exposiciones no cuenta si estamos revisando la fotografía anterior en nuestra pantalla, así que si activamos la opción [Revisión de imagen] del menú de reproducción la cámara mostrará la fotografía inmediatamente después de disparar dándonos algunos segundos más. Además podemos ampliar el tiempo en el que la foto aparecerá en pantalla, ampliando el retardo de apagado del monitor cuando se revisa la imagen seleccionándolo en la configuración personalizada [c4 Retar. Apagad. monit.]. Esto nos permitirá añadir a esos 30 segundos desde 4 segundos hasta 10 minutos extra, tiempo más que suficiente incluso para montar o desmontar el flash sobre un pie con paraguas.
En este momento cada disparo que hagamos se sumará al anterior. La idea es ir disparando la cámara colocando el flash en una posición distinta en cada toma. Después de realizar la última de ellas se nos mostrará la fotografía final.

Lo ideal es que alguien nos eche una mano, bien disparando la cámara o bien sujetando el flash en cada posición, aunque esto no es indispensable. Vamos a ver cómo lo podemos hacer nosotros solitos.

Con todo preparado, procedemos a realizar nuestros disparos. Pulsamos el disparador, sostenemos el flash en la posición deseada, asegurándonos de que el sensor -localizado en el lado derecho del mismo- puede ver a la cámara y esperamos hasta que esta dispare. Repetimos este proceso tantas veces como tomas hayamos programado. Una vez finalizada la exposición revisamos la foto en la pantalla para tener una idea general del resultado. Es en este momento, cuando podemos decidir realizar más tomas cambiando el ángulo y posición de las luces o incluso cambiar la Ganancia automática si la configuración que definimos no nos satisface.

El resultado será una fotografía fruto del resultado de unir cada toma independiente en una sola; bien sumando las exposiciones o bien sumando la parte proporcional de la exposición deseada.

El archivo resultante dependerá de la calidad y tipo de archivo seleccionado. El formato ideal para estas exposiciones múltiples es el RAW. Sí, estas cámaras pueden grabar sin problemas ese archivo como un RAW -los datos EXIF, a nivel informativo se tomarán de la primera de las exposiciones-

Este archivo RAW puede ser procesado con cualquier aplicación destinada para ello, como puede ser View NX o Capture NX o NX2. Una vez procesada la imagen podemos utilizarla sin problemas para cualquier fin. La imagen de este artículo es una más de las que formaron parte de un artículo de modelismo en una conocida publicación.

Doble Exposición 11-4-2017



    Aunque su nombre asusta, “Doble Exposición”, no conozco una técnica fotográfica que haya provocado tanta inspiración en los fotógrafos cómo ésta. Como fotógrafo aficionado sería una pena que dejases pasar este tema, por lo difícil que pudiera parecerte, desaprovechando el GIGANTE caudal de fotografías creativas que podrías conseguir gracias a esta técnica.
Como siempre, prometo intentar hacer de este artículo algo fácil de entender. También intentaré convencerte de que hagas tu primera “doble exposición” inmediatamente después de leer este post. Por favor, que no sea otro “artículo que me leo y ahí lo dejo para cuanto toque”. Esto lo lees hoy y toca hoy.
Empecemos.
¿Exposición qué…?
En la jerga fotográfica y en este contexto la palabra “exposición” quiere decir “fotografía”, ni más ni menos. Sé que con estas palabras voy a provocar a más de un purista que querrá entrar en los detalles más técnicos de lo que es una “exposición”, pero chicos, estamos hablando pronto para simplificar el concepto y que todos nos entendamos. Exposición aquí es “Fotografía”. Doble Exposición es… doble fotografía.
¿Qué puedo conseguir con la técnica de doble exposición?
Cualquier cosa. Con la doble exposición las posibilidades creativas se multiplican. Todo lo que podías fotografiar antes ahora lo puedes hacer combinándolo con cualquier otro sujeto, objeto o motivo: efectos de cuerpos fantasmagóricos, reflejos, siluetas entretejidas unas con otras. Las posibilidades son infinitas.
La doble exposición no sólo te permite alcanzar composiciones imposibles de conseguir con una foto suelta, sino que ni con ella obtienes fotos que siquiera hubieras podido imaginar. Mientras te dedicas a producir una doble exposición muchas veces tú eres el primer sorprendido por el mensaje, historia o sentimiento que queda plasmado por la combinación de ambas fotos.

Doble Exposición en Blanco y Negro
Si una foto vale más que mil palabras, imagínate dos. En mi opinión la doble exposición es algo muy cercano a la poesía no verbal. Es algo muy visual que puede producir en el espectador sentimiento o emociones que no siempre son fáciles de describir mediante palabras.
¿Cómo tomar fotos de doble exposición?
En su origen, con las cámaras de fotos analógicas la doble exposición se conseguía disparando dos fotos seguidas, una detrás de la otra, sin pasar el film o carrete. Se usaba el mismo espacio de la película o negativo para disparar dos fotos diferentes. Una encima de otra.
Con las cámaras réflex digitales actuales existen principalmente 2 maneras de conseguir una doble exposición:
Disparando las 2 fotos por separado y posteriormente fusionándolas mediante Photoshop o cualquier otro programa de edición de fotos.
Utilizando la función llamada “Doble Exposición” o “Exposición Múltiple” de tu cámara. No todas las cámaras ofrecen esta función extra, pero algunas sí que la tienen. Esta función te permite ya desde la propia cámara disparar una primera foto y a continuación superponerla sobre un segundo encuadre y disparar, obteniendo como resultado final una Doble Exposición ya hecha. 
En algunas cámaras tienes la posibilidad de fusionar las 2 fotos una vez ya tomadas. Sé que la Nikon D3100D5100 ó la D7000 son algunas de las cámaras que ofrecen esta función. Para las tres cámaras la opción aparece en le menú de retoque bajo el nombre “Superposición de imagen” (o mirar el manual de usuario, para la D3100 página 158, la D5100 página 181, D7000 página 256).
 En la D7000 también se puede usar la opción del menú “Exposición múltiple”, desde el menú disparo.)
Cámaras de otras marcas también la incorporan, pero no sabría decirte qué modelos son.
Tu cámara de fotos no incluye esta función de “combinado” de fotos. Tampoco tienes Photoshop o vamos a decir que no lo dominas hasta el punto de poder fusionar dos fotos en una. ¿Qué hacemos?
Si tienes un iPhone, un iPad o un teléfono o tableta Android, se puede 
 Existe un sinfín de aplicaciones, muchas de pago pero algunas gratuitas, que te puedes descargar al móvil y desde allí mismo ir creando tus trabajos de doble exposición.
No te voy a recomendar ninguna en particular porque no he usado ninguna, pero si entras al AppStore o al Google Play Store y buscas por “Doble Exposición” o en Inglés “Double Exposure” te quedarás sorprendido por la cantidad de aplicaciones que hay.
Consejos para una Doble Exposición espectacular
Ahora viene la parte interesante. Recuerda que aquí el artista eres tú. La cámara o los programas de edición son una simple “herramienta”, pero el creador de la fotografía eres tú.

Ejemplo de Doble Exposición
A continuación te traigo unos cuantos consejos que te acortarán el camino del aprendizaje y te permitirán empezar a producir fotografías impresionantes desde el primer momento. Astucias y consejos que la mayoría de los fotógrafos duchos en esta materia ya aplican y que me gustaría que conocieras desde ya:
1.    Intenta incluir siempre un factor humano o animal en la composición. Una de las dos fotos tiene que contener una persona, animal o ser vivo animado. La otra foto puede contener un elemento de la naturaleza: árboles, flores, vegetación, etc. Básicamente estamos fusionando algo vivo que tiene emociones y expresiones faciales, con algo estático que es la naturaleza, un patrón, algo que sirva de fondo. Suele dar muy buenos resultados.
2.    La foto en la que aparezca el sujeto, persona o animal, intenta dispararla a contraluz. Cuanta más “silueta” aparezca y más “oscura” salga la persona, mejor resultado obtendrás.
3.    La segunda foto, la del entorno, naturaleza, pared o árboles, ésa dispárala con un nivel de iluminación correcto. No necesitas que sea subexpuesta. La idea es crear contraste entre la primera (sujeto oscuro) y la segunda (entorno bien expuesto).
4.    Como se trata de fusionar 2 fotos, ten cuidado de no caer en una fotografía final demasiado cargada de colores. Para evitarlo, procura mantener una cantidad mínima de colores en cada una de ellas. La primera foto que no tenga más de 2 colores predominantes, y la segunda pues a lo mejor 1 o 2 colores como máximo, predominantes. Móntalo todo teniendo en mente el color (o los 2 colores) predominante que quieres que la fotografía final tenga.
5.    Si te es demasiado complicado eliminar el exceso de colores distintos, ¿qué tal si trabajamos la foto con la idea de producir algo en Blanco y Negro?
6.    La orientación de las dos tomas no tiene por qué coincidir. Puedes invertir el sentido de una foto (de horizontal a vertical) para así poder fusionarla con una originalmente vertical. (Ver ejemplo foto anterior, en la que de fondo se han fotografiado árboles en vertical).
Un poco de inspiración
La doble exposición a pesar de ser un recurso tan antiguo nunca ha sido tan fácil de realizar con los recursos actuales. Aplicaciones, software de edición… pero cada vez más cámaras incorporan un modo creativo para realizarlas. Por no hablar de las aplicaciones para tomarlas con cámaras de smartphones.
Por supuesto, a muchos les sonará la doble exposición a recurso creativo más propio de la era de fotografía de película. Y a ello contribuye sobremanera la lomografía, que sigue apostando por este recurso creativo. Pero como indicamos, cada vez más cámaras permiten tomar una doble exposición con gran facilidad.
Y si lo habéis probado por experimentar, los resultados no siempre son muy notables (a no ser que el azar lo haya querido) y es que no es fácil lograr técnicamente una buena fotografía con dos exposiciones. Hay mucho margen de error, pero siguiendo algunos consejos básicos podremos atrevernos con la doble exposición como un recurso creativo más.
Busca la simplicidad en la composición

Es muy obvio pero si conseguimos mantener una composición lo más simple posible, al tener las dos tomas superpuestas obtendremos un mejor resultado. Aunque siempre es interesante hacer varias pruebas, al menos una de las exposiciones debería ser más simple y la otra con elementos más dominantes, lo que ayudará a conseguir una mejor combinación.
Compensar la exposición
Sumar en una misma imagen dos exposiciones (con distintas zonas oscuras y claras) nos dará como resultado una fotografía sobreexpuesta. Así que será necesario que hagamos un ajuste en al menos una de las tomas, lo ideal es cerrar un punto el diafragma (si hacemos dos disparos), aunque siempre dependerá de las condiciones de luz en ambas. La prueba se antoja esencial para conseguir el mejor resultado en este sentido.
Cuidar las luces y las sombras

Un consejo esencial es tener muy en cuenta las zonas oscuras en una toma para intentar alinear elementos más destacados y luminosos con la segunda toma. Así lograremos acentuar el efecto. De lo contrario lograremos una imagen subexpuesta, con poco detalle y bajo contraste. Controlar bien las zonas en sombra nos permitirá muchas posibilidades. Así que cuida bien el contraste, esencial para sacar el máximo partido a la doble exposición.
Para facilitar esta labor, podemos memorizar dónde están estas zonas o bien, si nuestra cámara lo facilita, podremos visualizar ligeramente la primera toma superpuesta en la pantalla antes de disparar la segunda o siguientes tomas.
Evita la trepidación, mejor usa un trípode o dispara a una velocidad alta
No siempre disparar a bajas velocidades nos alegrará al ver el resultado en el caso de la doble exposición. Podemos encontrarnos casualmente con un resultado creativo y con un efecto sorprendente, pero siempre será más difícil de controlar.
Así que lo mejor es que las dos tomas las realicemos a una velocidad alta dependiendo de la luz que dispongamos la escena. Y si necesitamos disparar algo más lento, mejor usar un trípode o una buena base para la cámara a fin de evitar una posible trepidación (en conjunción con el uso del temporizador).
Potencia la creatividad y planifica bien las capacidad
Por casualidad podemos encontrarnos con un resultado satisfactorio o sorprendente, pero si de verdad queremos sacar el máximo partido a la doble exposición, es necesario que nos planifiquemos bien. Pensemos qué imágenes queremos combinar, qué queremos mostrar o contar,… cuidemos bien los detalles como la luz, la composición y los elementos que vamos a combinar.
Esto nos ayudará a mejorar pero también hagamos muchas pruebas, experimentemos… quizás sea una de las mejores formas de asimilar los conceptos que necesitamos para lograr dobles exposiciones sorprendentes.
Y es que con un buen planteamiento se pueden obtener resultados y composiciones muy interesantes. Y no hay límites de géneros: retratos, paisajes, abstracto… y combinados entre sí también conseguiremos tomas muy curiosas y llamativas.
Como veis son consejos muy obvios y fáciles pero es solo el punto de partida. La creatividad y, sobre todo, la experimentación nos irán aportando el resto para lograr buenas dobles exposiciones.
Aunque no nos guste demasiado el efecto, no cabe duda que es un excelente ejercicio para mejorar nuestro control del contraste y la exposición en nuestras fotos. Y a la vez un recurso espléndido para dar rienda suelta a la creatividad. Las capturas con doble exposición permiten sacar mucho partido a la “magia” de la fotografía. En una próxima entrega echaremos un vistazo a fotógrafos expertos en doble exposición para insipirarse.