Aunque su nombre asusta, “Doble Exposición”, no conozco una técnica fotográfica que haya provocado tanta inspiración en los fotógrafos cómo ésta. Como fotógrafo aficionado sería una pena que dejases pasar este tema, por lo difícil que pudiera parecerte, desaprovechando el GIGANTE caudal de fotografías creativas que podrías conseguir gracias a esta técnica.
Como
siempre, prometo intentar hacer de este artículo algo fácil de entender.
También intentaré convencerte de que hagas tu primera “doble
exposición” inmediatamente después de leer este post. Por favor, que
no sea otro “artículo que me leo y ahí lo dejo para cuanto toque”.
Esto lo lees hoy y toca hoy.
Empecemos.
¿Exposición qué…?
En la jerga
fotográfica y en este contexto la palabra “exposición” quiere decir
“fotografía”, ni más ni menos. Sé que con estas palabras voy a provocar a más
de un purista que querrá entrar en los detalles más técnicos de lo que es una
“exposición”, pero chicos, estamos hablando pronto para simplificar el concepto
y que todos nos entendamos. Exposición aquí es “Fotografía”. Doble Exposición
es… doble fotografía.
¿Qué puedo conseguir con la técnica de doble exposición?
Cualquier
cosa. Con la doble exposición las posibilidades creativas se multiplican. Todo
lo que podías fotografiar antes ahora lo puedes hacer combinándolo con
cualquier otro sujeto, objeto o motivo: efectos de cuerpos fantasmagóricos,
reflejos, siluetas entretejidas unas con otras. Las posibilidades son
infinitas.
La doble exposición no sólo te permite alcanzar composiciones imposibles de conseguir con una foto suelta, sino que ni con ella obtienes fotos que siquiera hubieras podido imaginar. Mientras te dedicas a producir una doble exposición muchas veces tú eres el primer sorprendido por el mensaje, historia o sentimiento que queda plasmado por la combinación de ambas fotos.
La doble exposición no sólo te permite alcanzar composiciones imposibles de conseguir con una foto suelta, sino que ni con ella obtienes fotos que siquiera hubieras podido imaginar. Mientras te dedicas a producir una doble exposición muchas veces tú eres el primer sorprendido por el mensaje, historia o sentimiento que queda plasmado por la combinación de ambas fotos.
Doble Exposición en Blanco y Negro
Si una foto
vale más que mil palabras, imagínate dos. En mi opinión la doble exposición es
algo muy cercano a la poesía no verbal. Es algo muy visual que puede producir
en el espectador sentimiento o emociones que no siempre son fáciles de
describir mediante palabras.
¿Cómo tomar fotos de doble exposición?
En su
origen, con las cámaras de fotos analógicas la doble exposición se conseguía
disparando dos fotos seguidas, una detrás de la otra, sin pasar el film o
carrete. Se usaba el mismo espacio de la película o negativo para disparar dos
fotos diferentes. Una encima de otra.
Con las
cámaras réflex digitales actuales existen principalmente 2 maneras de conseguir
una doble exposición:
Disparando
las 2 fotos por separado y posteriormente fusionándolas mediante Photoshop
o cualquier otro programa de edición de fotos.
Utilizando
la función llamada “Doble Exposición” o “Exposición Múltiple” de tu cámara. No
todas las cámaras ofrecen esta función extra, pero algunas sí que la tienen.
Esta función te permite ya desde la propia cámara disparar una primera foto y a
continuación superponerla sobre un segundo encuadre y disparar, obteniendo como
resultado final una Doble Exposición ya hecha.
En algunas cámaras tienes la
posibilidad de fusionar las 2 fotos una vez ya tomadas. Sé que la Nikon D3100, D5100 ó la D7000 son algunas de las cámaras que
ofrecen esta función. Para las tres cámaras la opción aparece en le menú
de retoque bajo el nombre “Superposición de imagen” (o
mirar el manual de usuario, para la D3100 página 158, la D5100 página 181,
D7000 página 256).
En la D7000 también se puede usar la opción del menú “Exposición
múltiple”, desde el menú disparo.)
Cámaras de otras marcas también la incorporan, pero no sabría decirte qué modelos son.
Cámaras de otras marcas también la incorporan, pero no sabría decirte qué modelos son.
Tu cámara de
fotos no incluye esta función de “combinado” de fotos. Tampoco tienes Photoshop
o vamos a decir que no lo dominas hasta el punto de poder fusionar dos fotos en
una. ¿Qué hacemos?
Si tienes un iPhone, un iPad o un teléfono o tableta Android, se puede
Existe un sinfín de
aplicaciones, muchas de pago pero algunas gratuitas, que te puedes descargar al
móvil y desde allí mismo ir creando tus trabajos de doble exposición.
No te voy a recomendar ninguna en particular porque no he usado ninguna, pero si entras al AppStore o al Google Play Store y buscas por “Doble Exposición” o en Inglés “Double Exposure” te quedarás sorprendido por la cantidad de aplicaciones que hay.
Si tienes un iPhone, un iPad o un teléfono o tableta Android, se puede
No te voy a recomendar ninguna en particular porque no he usado ninguna, pero si entras al AppStore o al Google Play Store y buscas por “Doble Exposición” o en Inglés “Double Exposure” te quedarás sorprendido por la cantidad de aplicaciones que hay.
Consejos para una Doble Exposición espectacular
Ahora viene
la parte interesante. Recuerda que aquí el artista eres tú. La cámara o los
programas de edición son una simple “herramienta”, pero el creador de la
fotografía eres tú.
Ejemplo de Doble Exposición
A
continuación te traigo unos cuantos consejos que te acortarán el camino del
aprendizaje y te permitirán empezar a producir fotografías
impresionantes desde el primer momento. Astucias y consejos que la mayoría
de los fotógrafos duchos en esta materia ya aplican y que me gustaría que
conocieras desde ya:
1. Intenta incluir siempre un factor
humano o animal en la composición. Una de las dos fotos tiene que contener una
persona, animal o ser vivo animado. La otra foto puede contener un elemento de
la naturaleza: árboles, flores, vegetación, etc. Básicamente estamos fusionando
algo vivo que tiene emociones y expresiones faciales, con algo estático que es
la naturaleza, un patrón, algo que sirva de fondo. Suele dar muy buenos
resultados.
2. La foto en la que aparezca el
sujeto, persona o animal, intenta dispararla a contraluz. Cuanta más “silueta”
aparezca y más “oscura” salga la persona, mejor resultado obtendrás.
3. La segunda foto, la del entorno,
naturaleza, pared o árboles, ésa dispárala con un nivel de iluminación
correcto. No necesitas que sea subexpuesta. La idea es crear contraste entre la
primera (sujeto oscuro) y la segunda (entorno bien expuesto).
4. Como se trata de fusionar 2 fotos,
ten cuidado de no caer en una fotografía final demasiado cargada de colores.
Para evitarlo, procura mantener una cantidad mínima de colores en cada una de
ellas. La primera foto que no tenga más de 2 colores predominantes, y la
segunda pues a lo mejor 1 o 2 colores como máximo, predominantes. Móntalo todo
teniendo en mente el color (o los 2 colores) predominante que quieres que la
fotografía final tenga.
5. Si te es demasiado complicado
eliminar el exceso de colores distintos, ¿qué tal si trabajamos la foto con la
idea de producir algo en Blanco y Negro?
6. La orientación de las dos tomas no
tiene por qué coincidir. Puedes invertir el sentido de una foto (de horizontal
a vertical) para así poder fusionarla con una originalmente vertical. (Ver
ejemplo foto anterior, en la que de fondo se han fotografiado árboles en
vertical).
Un poco de inspiración
La doble
exposición a pesar de ser un recurso tan antiguo nunca ha sido tan
fácil de realizar con los recursos actuales. Aplicaciones, software de edición…
pero cada vez más cámaras incorporan un modo creativo para
realizarlas. Por no hablar de las aplicaciones para tomarlas con cámaras de
smartphones.
Por supuesto, a muchos
les sonará la doble exposición a recurso creativo más propio de la era de fotografía
de película. Y a ello contribuye sobremanera la lomografía, que sigue apostando por este recurso
creativo. Pero como indicamos, cada vez más cámaras permiten tomar una
doble exposición con gran facilidad.
Y si lo habéis probado
por experimentar, los resultados no siempre son muy notables (a no ser que el
azar lo haya querido) y es que no es fácil lograr técnicamente
una buena fotografía con dos exposiciones. Hay mucho margen de error, pero
siguiendo algunos consejos básicos podremos atrevernos con la doble exposición
como un recurso creativo más.
Busca la simplicidad
en la composición
Es muy obvio pero si
conseguimos mantener una composición lo más simple posible, al tener las dos
tomas superpuestas obtendremos un mejor resultado. Aunque siempre es
interesante hacer varias pruebas, al menos una de las exposiciones debería ser
más simple y la otra con elementos más dominantes, lo que ayudará a conseguir
una mejor combinación.
Compensar la
exposición
Sumar en una misma
imagen dos exposiciones (con distintas zonas oscuras y claras) nos dará como
resultado una fotografía sobreexpuesta. Así que será necesario que hagamos un
ajuste en al menos una de las tomas, lo ideal es cerrar un punto el diafragma
(si hacemos dos disparos), aunque siempre dependerá de las condiciones de luz
en ambas. La prueba se antoja esencial para conseguir el mejor resultado en
este sentido.
Cuidar las luces y las
sombras
Un consejo esencial es
tener muy en cuenta las zonas oscuras en una toma para
intentar alinear elementos más destacados y luminosos con la segunda toma. Así
lograremos acentuar el efecto. De lo contrario lograremos una imagen
subexpuesta, con poco detalle y bajo contraste. Controlar bien las zonas en
sombra nos permitirá muchas posibilidades. Así que cuida bien el contraste,
esencial para sacar el máximo partido a la doble exposición.
Para facilitar esta
labor, podemos memorizar dónde están estas zonas o bien, si
nuestra cámara lo facilita, podremos visualizar ligeramente la primera toma
superpuesta en la pantalla antes de disparar la segunda o siguientes tomas.
Evita la trepidación,
mejor usa un trípode o dispara a una velocidad alta
No siempre disparar a
bajas velocidades nos alegrará al ver el resultado en el caso de la doble
exposición. Podemos encontrarnos casualmente con un resultado creativo y con un
efecto sorprendente, pero siempre será más difícil de controlar.
Así que lo mejor es
que las dos tomas las realicemos a una velocidad alta dependiendo
de la luz que dispongamos la escena. Y si necesitamos disparar algo más lento,
mejor usar un trípode o una buena base para la cámara a fin de evitar una
posible trepidación (en conjunción con el uso del temporizador).
Potencia la
creatividad y planifica bien las capacidad
Por casualidad podemos
encontrarnos con un resultado satisfactorio o sorprendente, pero si de verdad
queremos sacar el máximo partido a la doble exposición, es necesario que
nos planifiquemos bien. Pensemos qué imágenes queremos
combinar, qué queremos mostrar o contar,… cuidemos bien los detalles como la
luz, la composición y los elementos que vamos a combinar.
Esto nos ayudará a
mejorar pero también hagamos muchas pruebas, experimentemos… quizás sea una de
las mejores formas de asimilar los conceptos que necesitamos para lograr dobles
exposiciones sorprendentes.
Y es que con un buen
planteamiento se pueden obtener resultados y composiciones muy interesantes. Y
no hay límites de géneros: retratos, paisajes, abstracto… y combinados entre sí
también conseguiremos tomas muy curiosas y llamativas.
Como veis son consejos
muy obvios y fáciles pero es solo el punto de partida. La creatividad y,
sobre todo, la experimentación nos irán aportando el resto
para lograr buenas dobles exposiciones.
Aunque no nos guste demasiado el efecto,
no cabe duda que es un excelente ejercicio para mejorar
nuestro control del contraste y la exposición en nuestras fotos. Y a la vez un
recurso espléndido para dar rienda suelta a la creatividad. Las capturas con
doble exposición permiten sacar mucho partido a la “magia” de la
fotografía. En una próxima entrega echaremos un vistazo a fotógrafos
expertos en doble exposición para insipirarse.
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