sábado, 8 de abril de 2017

Fotografiar plantas y flores con macro 8-4-2017


     Consejos Para Fotografiar Plantas Y Flores Con Un Macro
 La esencia de un fotógrafo es ver donde los otros no ven. Un fotógrafo no es simplemente aquél que hace fotos, un fotógrafo es un creador de imágenes, un buscador de historias, el portavoz de una idea.
La mayoría de veces la belleza y las grandes historias se encuentran más cerca y son más pequeñas de lo que pensamos. Y si tienes un macro, tienes un tándem que junta fotografía y naturaleza   flores y plantas, porque el tándem fotografía macro y naturaleza.

¿Qué es la fotografía macro?
Básicamente es la capacidad de obtener imágenes grandes de elementos pequeños, ya sean animales u objetos. Se dice que para que una fotografía se considere macro, la relación de tamaño entre lo fotografiado y la imagen que de él se proyecta en el sensor, debe corresponderse en relación de 1 a 1; es decir, deben tener el mismo tamaño en la realidad que en el sensor.

¿Qué material necesito?
 Veamos algunos:
Objetivo macro
Es el sistema más recomendable ya que es el más sencillo además del que proporciona mejores resultados de forma general. Son específicos para fotografía macro, y tienen diferentes distancias focales: cortas (30mm a 50mm), largas (60mm a 105mm) o teleobjetivos macro (150mm a 200mm). Normalmente, a mayor focal, más lejos podrás estar situado para fotografiar a tu sujeto (lo mismo que con una lente no macro), lo que es muy útil.

Anillos inversores
Una solución más económica que los objetivos macro se basa en girar el objetivo, lo que permite un acercamiento similar al que consigues con un objetivo macro. Los anillos unen la parte frontal de tu objetivo con el cuerpo de tu cámara. La parte negativa es que perderás el control de la cámara (enfoque, diafragma, etcétera) y la positiva es que podrás obtener muy buenas imágenes macro por muy poco dinero. En este caso, a menos focal; más aumento.

Lentes de aproximación
Son una opción barata para iniciarse en la fotografía macro. Se colocan como un filtro en el objetivo de tu cámara, y sirven para aumentar la imagen (como una lupa). La parte negativa es que suelen ser de baja calidad, creando aberraciones y distorsiones en la imagen. La parte positiva es que te permitirán comprobar si lo que sientes hacia la fotografía macro es algo pasajero (por lo que no vale la pena gastarse nada más) o es realmente lo tuyo. En ese caso, no lo dudes, empieza ahorrar para un buen objetivo macro

Tubos de extensión
Los tubos de extensión son otro sistema muy económico para lograr imágenes macro. Se enroscan directamente entre el cuerpo de la cámara y el objetivo, y su función es aumentar la focal de nuestro objetivo, permitiéndonos mayor acercamiento. Los hay de dos tipos: unos mantienen conexión con la cámara y los otros no, por lo que te obligan a trabajar totalmente en manual (enfoque, exposición, etcétera). Evidentemente, los primeros son más caros que los segundos.

Trípode
Un buen trípode es un buen aliado en fotografía macro
Que reuniera las siguientes características:
  • Robusto y pesado: Sí, lo hace menos vulnerable a los imperceptibles movimientos del viento o de otros factores
  • Con columna central extraíble: Te permitirá tomar imágenes a ras de suelo.
  • Patas que permitan variar el ángulo de forma individual: Te será muy útil para salir al exterior
  • Rótula de cremallera: Permite ajustar la posición de forma milimétrica (cosa que en macro puede suponer la diferencia entre foto y no-foto).
Disparador remoto
 El más leve movimiento o vibración puede echar a perder tu imagen, por lo que es casi imprescindible que te hagas con un disparador remoto. No todo es apretar el obturados, tienes muchas otras formas de disparar una foto y mucho menos dañinas para tu imagen 

Bote pulverizador
  La forma más sencilla de encontrar rocío en el lugar que quieres que llevarte un bote pulverizador con agua para crear hermosas gotas de agua donde tú prefieras
La importancia del enfoque y la nitidez en la fotografía macro

 Configuración de la cámara
Lo más importante en fotografía macro es obtener un buen enfoque un pequeño error milimétrico supondría la pérdida de foco completo de nuestro centro de interés.

Live View
 Se utiliza mucho en fotografía paisajística y macro, ya que mantiene abierto el espejo para evitar el movimiento que se ocasiona. Además, nos permite comprobar el foco a través de la pantalla “en vivo y en directo” para poder corregirla de forma muy precisa. El enfoque lo realizaremos de forma manual en la zona que queramos destacar.

Exposición
La exposición es importante y la elección de un tipo u otro, vendrá muy ligado al resultado que quieras obtener. No está de más hacerte con un reflector te ayudará a eliminar sombras o a re-dirigir la luz.

Modo manual
La fotografía macro está casi predestinada a funcionar en manual. Así podrás escoger la velocidad y el diafragma que te interese en cada imagen.

ISO
Si dispones de un trípode para evitar que tu cámara se mueva , lo ideal es que trabajes a ISO baja para mantener la calidad de tu imagen al máximo. Asegúrate de disparar a una velocidad suficiente para evitar que tu imagen salga movida. Si no dispones de suficiente luz, lo mejor será que “sacrifiques” algo de calidad de imagen y subas la ISO antes de que tu imagen salga movida.

¿Qué fotografiar y cómo?
Fondo
Es tan fundamental un buen fondo casi como un buen sujeto. Puedes aceptar lo que haya o cambiar el punto de vista para obtener lo que quieres, o ayudarte con alguna cartulina de color. Aunque sean imágenes de poca profundidad de campo, el fondo sigue teniendo tanta importancia como en cualquier imagen, y debes vigilarlo con la misma atención.

Composición
Puesto que el enfoque en fotografía macro es tan exacto, las imágenes suelen basarse en un único centro de interés, del cuál muchas veces destaca una sola zona del mismo, ya que a menudo es difícil mantener todo el sujeto en foco. Imagínate si quisieras incluir a algún amiguito en la escena. 
Las “normas” son las mismas que las que usamos en cualquier imagen, pero en este caso las que a mi parecer más deberías contemplar son: Regla de los tercios, Proporción áurea, Espacio negativo Ley de la mirada

Temática
Hay unos temas que se prestan más y mejor a ser fotografiados en este estilo fotográfico:
Flora, Fauna (pequeña, se entiende), Objetos cotidianos reconocibles (monedas, tornillos, cordones de los zapatos), y Gotas de agua (Rocío) tema muy recurrente en macro

¿Me reconoces?
A mi modo de ver, lo maravilloso de la fotografía macro, es poder ver aquello que a simple vista no estamos capacitados a hacer. Es desvelar el misterio de las cosas pequeñas, es coger algo pequeño y darle una escala de gigante, es coger lo desapercibido y hacerlo importante. Y precisamente por ello, creo que una de las cualidades que debe tener una imagen macro, es que se reconozca lo que hay en ella. Reconocible y mágico a la vez

Practica en casa
No te limités a las maravillosas excursiones a los prados a buscar bichos y flores. La fotografía macro requiere de práctica y en casa tienes muchísimos motivos candidatos a ser una gran imagen.  

 Cámaras compactas
NO ofrecen un macro “real” aunque tengan el símbolo de macro (flor) entre sus diferentes ajustes.
 La capacidad de encontrar historias, de crearlas, de plasmarlas, cabe en la fotografía macro.

1. Fotografía al amanecer
Y digo amanecer  y atardecer , porque  tienen la característica no sólo de regalarnos una maravillosa luz cálida y suave, sino de ser el momento del día con menos viento.
 Son dos momentos “muy fotogénicos” del día los cuales todos hemos intentado capturar alguna vez.
 Recuerda, lo que convierte una foto normal en una maravillosa obra de arte son simples y pequeños detalles a los que a veces no prestamos atención.

Vamos a  mejorar con:
Planifica tu sesión
Aunque a veces el azar y la casualidad pueden producir magníficas fotos de amaneceres y atardeceres, pero para obtener buenos resultados necesitas planificar la sesión de antemano. Planifica el momento más interesante en un amanecer o atardecer dura apenas unos minutos, busca el sitio  para incluir interesantes elementos de primer plano tipo algún árbol, siluetas, etc. Toma datos de salida y puesta, tiempo que habrá, nubes etc.

Material
Una cámara réflex y objetivos varios, dos por lo menos. Trípodes, disparadores remotos
Composición
Recuerda aplicar la  regla de tercios, encuadre y primero elementos
En cuanto a objetivos, a mí personalmente me gusta disparar la salida y puesta del sol con objetivos de distancias focales pequeñas, algo así entre los 14 y los 25mm, así consigo captar el paisaje en toda su amplitud. O objetivos de mas distancia focal y encuadre con zoom

Exposición
Con el tema de la exposición hay que tener un pelín de cuidado. Precisamente el encanto de un amanecer o atardecer consiste en esa luz que emana del sol y hacia la cual apuntamos directamente. Ya sabemos que nuestra cámara en modo automático tiende a equivocarse cuando enfocamos la luz directa, lo cual repercute en unas fotos generalmente subexpuestas (oscuras).
Si vas a fotografiar un amanecer o puesta de sol emplea el modo manual o semimanual de tu cámara réflex, podrás jugar con la apertura y la velocidad de disparo y obtener diferentes resultados cada vez, con distintos grados de luz. (Si te asusta todavía el modo manual échale un vistazo a mi libro de iniciación fotográfica).

Boby
También tienes que tener cuidado respecto al balance de blancos. Aunque la mayoría de las veces dejando la cámara en el Balance de Blancos automático se obtienen fotografías muy correctas, sucede que los amaneceres y atardeceres tienen una calidez de color (tirando a amarillo/naranja) sin la cual la foto perdería su encanto. Un Balance de Blancos automático detectaría ese tono “cálido” como exceso e intentaría cambiarlo a un color más neutro, algo que no deseamos realmente. Solución: cambia el ajuste del Balance de Blancos y escoge uno que conserve el tono cálido del momento, nublado o sombra por ejemplo. (Más sobre el balance de blancos aquí).

Añádele tu Firma..
No produzcas una otra foto fría, impersonal y anónima de un amanecer o atardecer por favor. Haz una foto distinta, convierte esa salida o puesta del sol en un momento personal dejando alguna pista sutil tuya en la foto: puede ser un muñeco al que tengas cariño, el coche de juguete de tu hijo, la silueta de tu perro Boby posando en primer plano, o simplemente dispara la foto desde la ventana de tu buhardilla retratando así aquello que ves todos los días al levantarte por la mañana.
  • Luces difusas suaves y cálidas muy atractivas para realzar los colores y las formas.
Luz Difusa
Que la luz es imprescindible en fotografía, es algo que muy probablemente ya sepas. Y si no lo sabes porque acabas de aterrizar en este mundo, es la primera lección que debes aprender. También debes saber que, además de ser imprescindible, juega otros papeles, puesto que trabajando con ella puedes conseguir imágenes más creativas o incluso transmitir unas sensaciones u otras. Hay diferentes tipos de luz según se clasifique por dirección, intensidad o calidad. Hoy trataré este tema desde el punto de vista de la calidad, según la cual la luz puede ser dura o difusa. Mi objetivo en este artículo es darte algunos consejos que te puedan ayudar a lograr maravillosas imágenes con luz difusa. Pero antes de continuar, me parece fundamental contarte cuál es la diferencia entre luz dura y luz suave (o difusa).

Luz dura
Este tipo de luz se produce cuando la fuente es pequeña, cuanto más pequeña y distante es, más dura es la luz que genera. No tiene que ver con la cantidad, sino con la forma en la que incide sobre los objetos. La luz dura produce sombras y contrastes mucho más marcados. Las transición entre las sombras y las luces es muy brusca. Se utiliza para transmitir agresividad, fuerza… y destacar las texturas. Aquí tienes un ejemplo de luz dura.

Luz dura
Luz difusa
En este caso, la transición entre luces y sombras es más progresiva y sutil. Transmite ternura, dulzura y es mucho más romántica. La luz cae sobre los objetos de forma más difuminada y permite apreciar mejor los detalles. Es el tipo de luz en el que me voy a centrar hoy.

Luz difusa
Para saber si estás ante un tipo de luz u otro, si tienes dudas, lo mejor es mirar las sombras. Si éstas están muy marcadas y definidas, estás ante una luz dura. Observa la diferencia en esta imagen:

Observa las sombras para distinguir de qué luz dispones
Si te fijas en las sombras, notarás como en la imagen de abajo, están mucho más marcadas, eso es el efecto de la luz dura.

¿Cómo conseguir luz difusa?
La calidad de la luz depende del tamaño y la distancia de la fuente, independientemente de que sea luz natural o artificial, en exteriores o en interiores. Veamos cómo lograrla en las diferentes situaciones.
Luz natural
  • En exteriores: Puedes conseguir luz difusa sin ningún tipo de intervención aprovechando las primeras y las últimas horas del día. El amanecer y el atardecer producen una luz mucho más suave que las horas centrales. Al igual que los días nublados o de niebla, pues ésta y las nubes trabajan como un difusor de la luz. Si tienes que fotografiar con mucho sol, puedes utilizar un flash de relleno o algún reflector. También puedes buscar la sombra de un árbol o de cualquier otro elemento. A continuación te dejo un esquema de cómo actúan las nubes y la niebla como
  • difusores, y después un ejemplo de retrato con la luz difusa del atardecer.

La luz difusa del atardecer
Si te fijas en este retrato podrás observar la calidez de esta luz, la dulzura que desprende, cómo envuelve a la chica por completo sin producir sombras indeseadas.
  • En interiores: Si los rayos del sol inciden directamente sobre la ventana, la luz es más dura, por lo que será mejor que te alejes un poco o que coloques delante una cortina blanca completamente lisa o un papel de seda sobre el cristal. De este modo la luz se difuminará ofreciéndote un resultado mucho más suave. También puedes cambiarte de ventana si tienes esa posibilidad   En el ejemplo del bebé, se ha colocado un papel de seda blanco sobre el cristal para que hiciera el efecto de difusor y el resultado es realmente notable.
Luz artificial
Si lo que estás utilizando es luz artificial porque estás en un estudio, o en exteriores por la noche o en cualquier situación en la que no dispongas de luz natural, también cuentas con algunos recursos para lograr luz difusa.
  • Flash de mano: Si disparas con un flash de mano dirigido directamente contra el sujeto u objeto que pretendas fotografiar, la luz resultará muy dura y provocará sombras que si no las buscas intencionadamente te molestarán. El truco para lograr una luz difusa con esta herramienta es bien sencillo, sólo tienes que rebotar el flash en una pared, el techo o incluso si tienes cerca a alguien de mucha confianza con una camisa blanca, pues también te sirve   De esta forma conseguirás que la luz se difumine y caiga sobre tu protagonista de una forma menos “agresiva”. Otro truco es utilizar difusores, que puedes encontrar en la tienda, en Internet o fabricártelos en tu casa de forma muy sencilla y económica (mi compañero Iaio te cuenta aquí cómo hacerlo, ¡no te lo puedes perder!). También puedes usar paraguas difusores o reflectores. Te vendrá bien echarle un vistazo a este artículo.
  • Ventanas de luz: Las ventanas de luz, son como su propio nombre indica un “cacharro” que imita a una ventana de luz, dicho así de forma muy bruta para que se entienda más fácil. Sería como tener la luz de un flash pero de forma continua y más difuminada. También se conocen como “softbox” y las puedes encontrar por menos de cien euros en Amazon (al menos a fecha de hoy   ).

Ventanas de luz
  • Cajas de luz: Una caja de luz es un estudio de ilumación para objetos pequeños. Es muy fácil construirla y es una buena forma de conseguir una fantástica luz difusa para cosas pequeñas.
Caja de luz
El resultado con la caja de luz
Puedes ampliar toda esta información aquí.

¿Cuándo utilizar la luz difusa en fotografía?
Si buscas una luz uniforme, sin sombras, que ilumine por completo a tu sujeto u objeto, éste es el tipo de luz que debes usar. No todo en fotografía es técnica, la fotografía es un arte y muchas veces lo que buscamos son contrastes, sombras, partes poco iluminadas que sugieran pero no muestren… Y otras veces lo que necesitamos es mostrarlo todo, transmitir calidez, dulzura, suavidad, sentimientos positivos… Es en esos momentos en los que la luz ha de llegar de todas direcciones, envolver por completo al protagonista de tu imagen, mostrando todas y cada una de sus partes, bien con una luz más cálida para un retrato más dulce o con una luz más blanca para que se vea bien el producto que debe salir en un catálogo. Las situaciones son muy diferentes pero el objetivo es el mismo, que toda la imagen está iluminada de forma homogénea.

¿Por qué utilizar luz difusa?
Con esta pregunta no pretendo convencerte de que siempre uses este tipo de luz, al contrario. Pero hay ocasiones para todo y como cualquier arte, hay que probar, descubrir y conocer todas las herramientas o recursos de los que dispones. Mi pregunta es más bien motivadora, puesto que lo que pretendo es que pongas en práctica lo que te he contado en este artículo. Si estás leyendo esto es porque quieres aprender, crecer como fotógrafo o fotógrafa, mejorar tu técnica… y para ello, es necesario que practiques. Está muy bien que leas los artículos, pero si no lo pones en práctica, todo se olvida y no sirve de nada. Por eso te voy a dejar una galería de imágenes con luz difusa, para convencerte de que practiques, para que cuando veas estas fotos quieras probar a construir una caja de luz, utilizar un reflector, o salir en días nublados… 

  • Es la hora del día con menos viento. Y en macrofotografía el enfoque es esencial y muy preciso, por lo que es necesario un escenario lo más estático posible.
  • Rocío. Es un elemento que puede añadir interés a tus imágenes y dar mucho juego en macrofotografía.

Aprovecha los amaneceres que proporcionan luces cálidas

2. Utiliza un trípode
Siempre. Nada de excusas, para fotografiar macro hay que llevar un trípode. Ya es complicado depender de que la flor o planta que quieras fotografiar no se mueva ni un ápice, mucho más confiar en tu buen pulso o contar con luz suficiente para poder disparar a velocidades altas (y congelar el movimiento).
  • Si lo tuyo es la fotografía macro, seguramente hacerte con uno con columna central extraíble, pesado y en el que las patas puedan abrirse en diferentes ángulos sea una opción (cara) a considerar.
3. Usa un temporizador o disparador remoto
No me cansaré de insistir en que la más mínima variación debido al movimiento puede echar a perder el enfoque en fotografía macro, donde el detalle es casi la esencia de la imagen. Es por ello, que toda precaución es poca   Utilizar el disparador remoto de la cámara o un temporizador eliminará el movimiento que ocasionas al apretar el obturador. Igualmente, si tu cámara dispone de la opción de bloquear el espejo, hazlo; esto también te ayudará a reducir la trepidación.

Utiliza trípode siempre

4. Baja la IS0
Sensibilidad ISO: ¿Qué es?
La luz es el condimento fundamental en toda receta para una buena fotografía, sin ella no habrá foto posible. La sensibilidad ISO es algo así como el valor que indica que “cantidad de luz” es necesaria para que tu cámara pueda captar una fotografía.
Este concepto ha sido heredado de la fotografía analógica a pesar de no guardar mucha relación con lo que era antes y lo que es hoy en día.
 En la fotografía analógica, no era posible ajustar la sensibilidad ISO desde la cámara como en la era de la fotografía digital, sino que cada película fotográfica correspondía a un valor ISO distinto. Por lo tanto, no era posible cambiar el ISO de una fotografía a otra sin cambiar el rollo completamente.
La sensibilidad de dichas películas correspondía a la cantidad de “haluros de plata” (algo así como “el tamaño de los píxeles” de hoy en día) con que dicha película era fabricada. El tamaño de cada cristal de haluro en la película indicaba la sensibilidad y el grano que se puede apreciar en las fotografías una vez reveladas.
En la actualidad, con los sensores digitales, los haluros de plata son historia (por lo menos para la fotografía digital) y aunque el nombre se siga utilizando, el concepto cambio totalmente.

Las cámaras analógicas no permiten alterar el ISO.
Entonces, la sensibilidad ISO del sensor mide la reacción de este frente a un determinado nivel de luz en la escena.
 Dicha sensibilidad es inversamente proporcional a la cantidad de luz presente: cuanta “más luz” haya en el ambiente o escena, menor sensibilidad ISO que podrás utilizar y viceversa. ¿Parece simple, verdad?
El nombre ISO corresponde a las siglas de la organización que le dio origen: “”International Organization for Standardization” u organización internacional para la estandarización, es decir que, tal como lo indica su nombre, dicho valor no es más que un estándar adoptado mundialmente.

¿Cómo funciona?
Para que puedas entender cómo funciona realmente el ISO de tu cámara, es necesario que entiendas antes cómo funciona el sensor de la misma ya que, el ISO depende de cómo este captura la luz para transformarla en un hermoso archivo digital.
El sensor de tu cámara es ese pequeño chip que convierte tu visión en realidad. Es el encargado de transformar la luz que le llega en una fotografía. Así como la película, como acabo de comentarte, está formada por haluros de plata, el sensor está compuesto de miles de celdas fotosensibles que trasforman la luz que atraviesa el objetivo.
Al recibir luz, cada celda la transforma en corriente eléctrica y que, luego de ser procesada el cerebro de tu cámara (su microprocesador) se genera un archivo digital, “la foto”, que es almacenada en la tarjeta de memoria.
La sensibilidad de cada una de estas celdas es fija y se corresponde con el valor ISO más bajo que tu cámara (sensor y procesador) sean capaces de procesar.
Pero, si la sensibilidad ISO es fija, ¿Cómo es que puedo aumentarla con tocar un botón? En realidad, no se está aumentando la “sensibilidad” de estas celdas ya que esta es fija, sino que lo que se amplifica es la corriente eléctrica o “señal” que estos emiten.
Si estas fotografiando una escena donde la iluminación es escasa, cuando “amplifiques” la señal de las celdas de tu sensor, no solo “aumentarás” la luz que logró llegar a este sino, generando un poco de ruido, sino que además amplificarás la señal de aquellas celdas que han quedado “vacías de luz”, generando más ruido aun. Aquí es donde nace el tan odiado “ruido”.
Cuanto mayor sea la sensibilidad ISO que utilices al tomar tus fotografías no solo obtendrás fotografías más claras sino además, más ruidosas.

Como aumenta el ruido a medida que aumenta la sensibilidad ISO
La sensibilidad y el Ruido
Seguramente lo que más te ha quedado claro de la explicación anterior es que, a mayor ISO, mayor ruido, especialmente en las zonas más oscuras. El ruido es el efecto secundario que lograrás al aumentar la “sensibilidad” antes de realizar una toma.
Hay tres situaciones que harán que el ruido se presente en tus fotografías:
  • Amplificación de la señal: este tipo de ruido es generado, como acabo de comentarte, al amplificar la señal de las celdas encargadas de transformar la luz en señales eléctricas. Este ruido es denominado eléctrico o electrónico.
  • La temperatura: además del ruido por amplificación, la temperatura del sensor también generará ruido en tus fotografías. Si realizas largas exposiciones, o disparas en ráfaga, el sensor se irá recalentando, lo que terminara por generar el conocido “ruido térmico”.
  • La post producción: cuando una fotografía ha sido sub expuesta, al intentar “aclararla” en el ordenador, generarás ruido. El ordenador no podrá recuperar los datos que tu cámara no ha sido capaz de capturar por lo que “inventará” información donde no la hay, generando ruido.

El ruido en tus fotografías
La forma en que el ruido se hace presente en tus fotografías varia de forma, tamaño y en cantidad dependiendo de cuales sean las causas que lo originen, el modelo de tu cámara, el tamaño del sensor, etc. Puede resultar imperceptible o bien tan evidente que termine por arruinar la calidad de tus fotografías.
De todas formas, no siempre el ruido es molesto, si aprendes a convivir con él, podrás utilizarlo y sacar provecho de este.
 No siempre el ruido arruina una fotografía, muchas veces la potencia.

No siempre el ruido es molesto
Como evitarlo:
  • Mantén el ISO lo más bajo posible: “lo más bajo posible” no significa mantenerlo siempre en su valor mínimo, sino ajustarlo al límite de lo que las condiciones de iluminación de la escena te permitan. Primero intenta compensar la falta de luz disminuyendo la velocidad de obturación o bien abriendo el diafragma. Pero claro, siempre dependiendo de qué es lo que desees lograr y trasmitir con tus fotografías.
  • A falta de luz, añádela: si no puedes compensar la exposición mediante la velocidad de obturación o bien abriendo el diafragma al máximo, puedes intentar añadir mayores fuentes de luz de modo de mejorar la iluminación y alejar a tu peor enemigo, la oscuridad de la escena. Como te comente anteriormente, el ruido es más notorio cuando la oscuridad es pobre.
  • Evita el calor: así como la temperatura del sensor añade ruido en tus fotografías, si le das un respiro entre toma y toma o bien, no realizas exposiciones demasiado prolongadas, no solo podrás mantener al margen (o al mínimo) esta fuente de ruido sino que además, aumentaras la vida útil de tu equipo.
  • Exponer correctamente: la clave de toda fotografía, además de su concepto y mensaje, es su correcta exposición. Para hacerlo correctamente te recomiendo que te tomes tu tiempo para leer el siguiente artículo: “Guía Detallada: Cómo Realizar una Correcta Medición y Exposición en Tus Fotografías”.
La importancia de exponer correctamente
La sensibilidad ISO es uno de los 3 factores que definen la exposición de una fotografía. Los otros dos son la apertura del diafragma y la velocidad de obturación. Estos tres forman lo que es conocido como el triángulo de exposición.

Triangulo de exposición
Como te podrás imaginar, para poder mantener el ISO constante (lo más bajo posible) sin alterar el equilibrio del triángulo de exposición, deberás realizar una correcta medición de la luz disponible con el ISO que has fijado, de modo de ajustar la velocidad de obturación y la apertura del diafragma (profundidad de campo) que desees obtener.
La velocidad de obturación te permitirá trasmitir la sensación de movimiento o bien congelar completamente una escena. Mediante la profundidad de campo podrás desenfocar completamente un fondo (lograr un buen bokeh) o bien, obtener mucha profundidad de campo para fotografiar unos impactantes paisajes. Estos dos elementos, como te habrás dado cuenta, permiten agregar elementos compositivos en tus fotografías a diferencia de la sensibilidad ISO que únicamente te permitirá capturar escenas con escasa iluminación.
Puedes obtener fotografías con menor ruido utilizando una sensibilidad ISO más alta si realizas una correcta medición y exposición en tus fotografías que si escoges una sensibilidad ISO más baja pero la medición y exposición no es la correcta. Cuando debas corregir la exposición en el ordenador, terminaras por añadir más ruido en la foto que si desde el principio hubieras utilizado un ISO más alto pero con una correcta exposición.
Si quieres aprender todo lo necesario acerca de cómo medir y exponer correctamente tus fotografías no dejes de leer el siguiente artículo: “Guía Detallada: Cómo Realizar una Correcta Medición y Exposición en Tus Fotografías”.
Dedícate 5 minutos a analizar el siguiente gráfico:
Tómate tu tiempo para analizar el gráfico
La línea verde marca los valores para obtener una correcta exposición de una determinada fotografía. Si quieres obtener una menor profundidad de campo (mayor desenfoque) deberás de compensar la “extra de luz” que tu cámara captará aumentando la velocidad de obturación (Pasar de 1 a 2). Esto te sucederá si lo que quieres es congelar el movimiento.
Ahora bien, si lo que quieres es conseguir una mayor profundidad de campo (mayor nitidez) y continuar por sobre la línea verde que marca una correcta exposición para nuestra fotografía ficticia, deberás de compensar la falta de luz producto de cerrar el diafragma, disminuyendo la velocidad de obturación (Pasar de 1 a 3). De esta forma, no podrás congelar el movimiento pero, ganaras mucha profundidad de campo, muy útil por ejemplo, en la fotografía de paisajes.
Ahora bien, si quisieras lograr una correcta exposición pero manteniendo el diafragma muy cerrado de modo de obtener profundidad de campo (f/16) y, al mismo tiempo, utilizar una velocidad de 1/100, la única manera para que puedas lograr una correcta exposición es aumentando la sensibilidad ISO (ISO 800).
 La línea roja marca la nueva correcta exposición. (Pasar de 1 a 5).
Por el contrario, si con los mismos valores, desearas además utilizar una sensibilidad ISO muy baja, lo único que lograras es una fotografía sub expuesta (Pasar de 1 a 4).

Izquierda: ISO 1600 | Derecha: ISO 400
¿Qué sensibilidad usar?
La tendencia a mantener la sensibilidad ISO lo más baja posible, es solo eso, una tendencia. Recuerda que la luz variará de una escena a otra por lo que, en cada una de ellas, deberás de realizar una buena medición y ajustar el valor ISO para que puedas obtener la fotografía que estás buscando.
Forzar una fotografía a utilizar una sensibilidad ISO muy baja, solo provocará que, al sub o sobre exponer tus fotos, al momento de editarlas termines por introducir aún más ruido que si hubieras ajustado un poco más alto el ISO. La clave para combatir el ruido es una correcta medición y exposición. ¡Nunca lo olvides!

El ruido no es todo
Consejos para usar el ISO correctamente en tus fotografías
Ahora que ya has leído toda la teoría al respecto de la sensibilidad ISO, o bien toda la que puede llegar a interesarte en este momento de tu vida como fotógrafo, repasemos algunos trucos y consejos que te serán de mucha utilidad para llevar todo lo aprendido a la práctica:
  1. El ISO al mínimo posible: siempre intenta utilizar la sensibilidad ISO mínima posible, es decir, aquella que te permita tomar la fotografía que estás buscando y de acuerdo a la iluminación presente que te permita una exposición óptima. De este modo, mediante una correcta exposición y un ISO al mínimo posible, reducirás el ruido considerablemente.
  2. Evalúa todas las variables: antes de disponerte a subir la sensibilidad ISO, intenta ver de qué manera puedes llegar a evitarlo ajustando las otras dos variables que definen a la exposición: la profundidad de campo y la velocidad de obturación. No descartes la utilización de un trípode de ser necesario.
  3. No pierdas de vista la exposición: Siempre antes de disparar, recuerda medir correctamente la luz presente en una escena. Nunca renuncies a exponer correctamente solo “aumentando la sensibilidad ISO”. Puede parecerte una salida fácil aumentar el ISO, pero si te tomas el trabajo de exponer correctamente, la calidad de tus fotos aumentará considerablemente.
  4. No le temas al ruido: por más que trabajes para intentar minimizarlo no temas al ruido. En muchas situaciones te será imposible eliminarlo ya sea por la cámara que estés utilizando o por la escasa luz del ambiente. Nunca dejes de tomar una fotografía, aunque el ruido sea más de lo que quisieras, después de todo, en última instancia, podrás reducirlo luego con algún programa de edición en el ordenador.
  5. Siempre dispara en RAW: como acabo de comentarte, siempre podrás intentar reducir el ruido de tus fotografías utilizando algún programa de edición. Obtendrás mucho mejores resultados si trabajas directamente sobre los negativos digitales que si lo haces sobre el Jpg. El formato RAW guarda mucha más información ya que no está comprimido, lo que te permitirá recuperar muchísima más información que en Jpg. 
  6. Puedes revisar todas las ventajas de disparar en RAW en el siguiente artículo: “7 Pruebas Gráficas de las Bondades de disparar en RAW”.
  7. No utilices el AUTO ISO: si bien casi todas las cámaras permiten configurar la opción de selección de ISO automático, no te recomiendo que lo utilices por dos motivos: el primero, porque tu cámara nunca tomará mejores decisiones que tú a la hora de elegir la mejor configuración posible y segundo, porque las cámaras están configuradas para medir la luz como si todo en la escena fuera gris neutro (un promedio de tonos claros y oscuros) por lo que al medir la sensibilidad a utilizar, también lo hará en promedio y en la mayoría de los casos termina por desperdiciar mucho potencial de tu sensor para capturar todos los tonos que es capaz, tanto oscuros como claros.
  8. Nunca sub expongas: como te comente anteriormente, es preferible elevar la sensibilidad ISO y generar un poco más de ruido que utilizar un ISO más bajo y luego corregir la exposición en el ordenador. Por más buenos que sean los programas de edición, siempre generaran ruido si la toma no ha sido correctamente expuesta, por ello, expone correctamente y siempre hacia los tonos más claros.
  9. Define tu tolerancia al ruido (y la de tu cámara): más allá de toda la información que puedas obtener leyendo este articulo y otros artículos publicados a lo largo y ancho de Internet, el que define el ISO óptimo eres tú. Debes de plantearte dos cosas: ¿Cuál es el ruido máximo que estás dispuesto a tolerar? y ¿Conoces cómo trabaja tu cámara a distintas sensibilidades? La clave para dominar la sensibilidad ISO la tienes tu: realiza todas las pruebas posibles con tu cámara de modo de que conozcas como trabaja y como procesa el ruido. Una vez hecho esto, estarás en condiciones de conocer cuál es el ISO óptimo con el cual intentaras trabajar en cada una de tus tomas.

El ruido lo defines tú
Como siempre, la clave de todo en fotografía eres tú: tú tomas las decisiones, tú planeas las tomas, tú defines la composición, defines que es lo tolerable y que no. Tú eres el dueño de tu propia creatividad. La clave del éxito en la fotografía, siempre eres tú.
Para terminar, derribemos un mito:
No creas que porque el sensor de tu cámara es pequeño, no podrás obtener fotografías espectaculares sin mucho ruido. Los sensores pequeños no son más ruidosos, o si, pero no porque no sean capaces de lograr fotografías sin ruido sino porque la sensibilidad ISO que el fabricante les asigna en realidad no es tal.
¿Qué quiero decir con esto? Recuerdas que te comente que el ISO era un estándar, bueno, todas las cámaras sin importar su tamaño y tipo de sensor trabajan con el mismo estándar a pesar de que no es válido: comparar el ISO 800 de una cámara Full Frame con el ISO 800 de una cámara con sensor APS-C es tan válido como comparar peras con bananas.
“Los sensores pequeños tienen un nivel de ruido similar a uno más grande ante la misma cantidad de luz”
Hagamos unos cálculos:
El factor de recorte de un sensor APS-C Nikon por ejemplo es de 1.5 respecto de su par Full Frame. Es decir, que el sensor Full Frame Nikon es 1.5 veces más grande que en una cámara APS-C. Este factor de recorte es muy conocido ya que se aplica generalmente para calcular la distancia focal efectiva de un objetivo.
Un objetivo de 200mm en una Full Frame, equivale a una distancia focal efectiva en una cámara Nikon con un sensor de tamaño APS-C de 300 mm (200*1.5=300).
Ahora bien, este factor de recorte, no solo hay que utilizarlo para calcular la distancia focal equivalente sino que además, hay que utilizarlo para calcular también, la sensibilidad ISO efectiva equivalente.
Una sensibilidad ISO de 800 en una Full Frame Nikon, equivale a un ISO de 350 en una APS-C. Si tomas una fotografía tanto en una Full Frame como en una APS-C con dichos valores de ISO configurados, el nivel de ruido será el mismo ante una misma cantidad de luz en la escena.
ISO en APS-C * Factor de recorte (1.5) ²
Comparar el ISO 800 de una Full Frame que es el estándar contra un ISO 800 de una APS-C es literalmente comprar peras con manzanas.
A igual cantidad de luz y utilizando sensibilidades ISO equivalentes, no importa el tamaño del sensor, la cantidad de ruido será la misma. Es por ello que los sensores más pequeños parecen más ruidosos, aunque en realidad no lo son, solo que la sensibilidad ISO de una y otra debe ser convertida para ser comparable.

Cuidado con los estándares a la hora de comparar valores entre cámaras
Si has llegado hasta aquí acabas de leer más de 3000 palabras sobre cómo usar el ISO correctamente. Enhorabuena, valiente   Espero que este tutorial te haya resultado útil. Como siempre, la mejor manera de ayudarme a seguir escribiendo es difundiendo este artículo por tus redes sociales, así otros amigos podrán sacarle provecho también.

Otro motivo más para no olvidarte el trípode en casa. Trabajar con una ISO baja, aportará mayor nitidez y calidad a tus imágenes. Así que lo más recomendable es que la dejes fija a un valor bajo. Cada cámara tiene un valor predeterminado en el que asegura mejor calidad de imagen, si eres muy purista, intenta averiguar el de la tuya, si no, sitúa la ISO entre 75 y 125, que es aproximadamente donde se encuentra este valor.

5. Cuida el fondo
El Fondo En Tus Composiciones
 Cuando piensas o capturas una imagen, siempre hay un objetivo, un motivo o una voluntad de retener esa imagen y no otra. Siempre hay un sesgo, siempre hay algo subjetivo y condicionado por tu mirada. Detrás de una fotografía, seas consciente o no, hay muchísimas decisiones, o por lo menos, debería haberlas. Porque estas decisiones que hay tras la imagen, son las que te diferencian de alguien a quien no le interesa para nada la fotografía y que lo único que pretende es documentar un instante. Estoy segura de que no es tu caso, de que tras cualquiera de tus imágenes hay muchas decisiones; estoy segura, porque si sigues este blog es porque te encanta la fotografía 
Ahora bien, ¿Está el fondo en tus pensamientos cuando escoges un motivo, una imagen? ¿No? Pues con este artículo vamos a intentar que siempre, siempre, siempre lo tengas en tus pensamientos antes de apretar el obturador.
¿Qué es el fondo?
Fondo es todo aquello que rodea a tu centro de interés (animado o inanimado, animal, piedra o ser humano), fondo pueden ser unas grandes montañas, una pared, una calle o un espacio de color.
Pero sobretodo, el fondo es el gran olvidado de las fotografías. ¿Por qué? Pues porque somos entusiastas. Tanto, que la mayoría de las veces somos capaces de emocionarnos con un objeto o un rostro perdiendo el oremus, cuanto más nos gusta lo que vemos, peor, más nos lanzamos a disparar sin pensar. Es después de tanta emoción, ya en casa, cuando te das cuenta de que un brazo sobresale de la cabeza de ese rostro que te hizo perder la cabeza, o de que se nos cae el horizonte, o de que hay una gran señal de algún sitio de comida rápida que llama más la atención que esa pareja tan tierna que pensaste retratar.
Para evitar semejantes desastres, empezamos con la primera y más importante regla:
Dale la misma importancia al fondo que a tu protagonista
Ser consciente de su existencia antes de apretar el obturador es la mejor forma de corregir y buscar el mejor lugar para tomar tu imagen. El fondo debe ser tu aliado en todo momento, debe resaltar el centro de interés, debe acompañar a tu protagonista o aportar información relevante sobre él. En definitiva, debe ayudarte a que tu imagen sea tal y como quieres que sea.
Controla tú al fondo y no al revés 
Una vez has tomado consciencia de la importancia del fondo, el siguiente paso es aprender a controlarlo. A veces te interesará justo el que tienes detrás, a veces no te gustará nada. Sea como sea, tú debes escoger el fondo que te interese, y nunca conformarte. Si no te gusta lo que ves, cámbialo.
¿Cuándo incluir el fondo en tus imágenes?
El fondo puede ser un gran aliado a la hora de tomar tus imágenes, puede conseguir que una imagen plana se llene de profundidad, puede añadir dramatismo, contraste o luz.
  • Cuando el fondo añada interés a la imagen.
  • Cuando ayude a explicar la historia de tu sujeto principal.
  • Cuando el fondo sea el objetivo en sí mismo (paisajes).
  • Cuando ayude a centrar la atención en el motivo principal.
  • Cuando te ayude compositivamente a mejorar tu imagen.
 El fondo debe ayudarte en tus composiciones
¿Cómo incluir el fondo en tus imágenes?
Una vez hayas decidido incluir el fondo en tu fotografía, sólo te queda decidir cómo hacerlo.
Muévete para obtener el fondo que quieres
Quizá esa pared que tengas enfrente no te guste nada, pero si te mueves hacia un lado, puede que consigas de fondo un magnífico y frondoso árbol o una puerta desgastada de madera que te satisfagan por completo.

Cambia el ángulo de disparo
Cambiar el ángulo de disparo es otra forma de buscar nuevos fondos a través de diferentes puntos de vista. Te sorprenderá cómo puede variar una imagen sólo con un ligero cambio de punto de vista. Puedes pasar de fotografiar a tu modelo con una calle poco fotogénica detrás, a fotografiarlo bañado del azul del cielo.

Mueve a tu centro de interés
Siempre que puedas hacerlo, es probablemente la opción más sencilla; localiza un fondo que te satisfaga y coloca allí el centro de interés.

Cierra el diafragma
Ahora que ya has decidido que vas a incluir el fondo en tus imágenes, no olvides cerrar el diafragma si quieres una buena profundidad de campo en tu imagen (más zona enfocada detrás de tu centro de interés).

El espacio negativo
Se conoce como espacio negativo, a todo ese espacio o fondo que rodea al motivo principal pero que contiene poca información, de modo que no resta protagonismo al motivo principal, sino que lo acompaña para resaltarlo.
Fondos con contraste

El contraste es otra forma de utilizar el fondo para resaltar tanto el sujeto principal como el mismo fondo. Puedes utilizar el color, la temática o las formas, entre otros.

Fondos en clave alta y baja
Aunque pueda parecer que un fondo blanco o negro no son fondos, también lo son. Puedes obtener imágenes asombrosas y llenas de dramatismo con estas técnicas. Puedes ver cómo hacerlas paso a paso en este artículo.


Un fondo en clave baja
Crea tu propio fondo
Una simple cartulina o una cortina pueden ser fondos fantásticos si necesitas crearte alguno. Incluso puedes llevarte algunos pañuelos grandes o telas a tus sesiones de fotos para que, en caso de no encontrar un fondo que te satisfaga, los puedas utilizar de fondo.

Un fondo en movimiento
Los barridos y otras técnicas como el “zooming” pueden ayudarte a crear tus propios fondos añadiendo interés a tu imagen a través del movimiento

Busca sencillez
Sobretodo cuando tengas un centro de interés muy fotogénico, la mejor forma de acompañarlo es con un fondo sencillo; menos es más.

Busca fondos que no tengan más luz que tu sujeto principal…
Porque si es así es muy probable que te salgan quemados cuando expongas bien a tu protagonista.
Cuándo NO incluir el fondo en tus imágenes
Habrá momentos en los que no quieras un fondo en tu imagen , puede que ya te hayas movido por todos los lugares y ángulos posibles y aún así sigas sin encontrar un fondo adecuado para tu imagen, o que simplemente no te apetezca incluir ninguno por alguno de estos motivos:
  • Cuando el fondo reste protagonismo al centro de interés (por ejemplo un fondo con demasiada información donde tu protagonista se pierda).
  • Cuando no encuentres ni por A ni por B ningún fondo que te interese.
  • Cuando la diferencia lumínica o de exposición entre tu sujeto principal y el fondo sea demasiado grande y una de las zonas de tu imagen preveas que saldrá expuesta de forma incorrecta.
  • Cuando lo que enseña el fondo perjudique la idea que quieres transmitir con la elección de tu protagonista. Por ejemplo, si quieres transmitir la soledad, quizá no es buena idea que al fondo de tu imagen se vean dos turistas jugando a palas en la playa 
  • Fondos “demasiado” interesantes, porque restarán interés a tu sujeto principal. Si son tan interesantes, siempre puedes hacerlos pasar de fondo al motivo principal de tu imagen.
Cómo NO incluir el fondo en tus imágenes

Cierra (o llena) el encuadre

La forma más sencilla de eliminar un elemento molesto, es escondiéndolo o haciéndolo desaparecer, y para hacer desaparecer un fondo, lo más sencillo es variar la composición y cerrar el encuadre acercándonos más a nuestro centro de interés.

Llena el encuadre para minimizar el fondo
Abre el diafragma
Cuando utilizas aperturas de diafragma muy abiertas (f/1:4, f/1:8, etc.) a parte de contar con más luz en tus imágenes, reducirás la profundidad de campo.
 Esto significa, que los fondos de tu imagen saldrán desenfocados. Cuanto más abras el diafragma, mayor desenfoque tendrán tus imágenes.
Utiliza distancias focales largas
Un teleobjetivo tiene la facultad no sólo de acercarte sin necesidad de moverte, sino también de aislar al protagonista de la imagen del fondo, haciéndolo destacar por encima de él. 

Focales largas y diafragmas abiertos para desenfocar el fondo
Errores comunes a evitar
  • Que no “se te caiga” el horizonte y que éste no “corte” ninguna cabeza.
  • Ten en cuenta el color, algunos potenciarán tu imagen y otros no.
  • No olvides las reglas de composición básicas.
  • Estáte atento a posibles elementos distractores (una rama que sobresale de la cabeza, alguien que entra inesperadamente en tu encuadre…)
  • Cuida las líneas; son poderosos elementos competitivos, pero mal utilizados en el fondo, pueden hacer que pierdas completamente la atención de tu protagonista.
  • No le tengas miedo a utilizar el fondo; un fondo bien utilizado puede añadir mucho interés a tu imagen.
  • No practicar lo suficiente 
Practicar es el único modo de darte cuenta de hasta qué punto es importante el fondo. Cuando un mal fondo haya conseguido echar al traste unas cuantas valiosas imágenes, por fuerza vas a empezar a reparar en él y a darle la importancia y el protagonismo que se merece.
 No me cabe la menor duda de que si estás leyendo esto es porque eres de los perseverantes, y es muy probable que a estas alturas ya hayas llegado tranquilamente y a base de errores a esta conclusión. Aún así, nunca viene mal que te lo repitas de vez en cuando, es muy fácil caer en las viejas costumbres 
Y ya sabes, si te ha gustado y/o crees que a alguien más puede serle de utilidad -¿Recuerdas aquella foto en la que estabas tan bien (¡Por una vez!) pero en la que tu amigo/a no vio que un transeúnte desconocido te ponía unos cuernos o aquella rama que te salía de la oreja…y la foto pasó de ser una gran foto de perfil para todas tus redes favoritas a ser algo que guardas bajo varias contraseñas en tu disco duro… ? – Compártelo en Facebook, Twitter o Google+, o en las tres a la vez   Y como siempre… ¡Muchas gracias!
No olvides lo importante que es el fondo en las fotografías y del poder que tiene de encumbrar o destrozar una imagen.
 Más aún cuando tratamos de fotografiar algo tan formal como una flor o una planta, donde el color y la forma lo son prácticamente todo. Un buen truco es llevar contigo fondos alternativos para cuando no encuentras uno que te satisfaga. Puedes llevarte telas o cartulinas de colores. Puesto que lo que fotografías es de pequeño tamaño, no necesitarás que sean demasiado grandes.
Cuida el fondo

6. Lleva siempre un reflector
Puesto que el amanecer sólo nos regala luz durante un corto espacio de tiempo y es probable que quieras continuar tu aventura fotográfica un rato más, lo mejor es que siempre lleves contigo un reflector para suavizar luces duras, sombras y texturas siempre que lo necesites. Esto te permitirá obtener buenas imágenes en horas del día no tan buenas 

7. Aprovecha los días nublados
Los días nublados si bien para otro tipo de fotografía pueden ser algo fastidiosos, para la fotografía de flores y plantas, representa un gran escenario. Las nubes actúan de difusor y hacen que la luz llegue de forma suave y difusa a la escena, provocando sombras y texturas suaves ideales para este tipo de fotografía.

8. Cambia el punto de vista
La macrofotografía es un tipo de fotografía que hay que cocer a fuego lento, sin prisa, saboreando la escena y todo el trabajo anterior a la toma. Olvídate de aquí te pillo aquí te mato porque entonces no conseguirás nada. Hay que pensar, mirar, remirar, dar vueltas, encuadrar, desencuadrar, estirarse en el suelo, picar, contrapicar y probar diferentes encuadres. La fotografía macro te permite adentrarte en mundos mágicos, disfruta de ellos sin prisa 

9. Fotografía todo el año
No sólo debes esperar ansioso la primavera, flores las hay todo el año en algún lugar, no de todas las especies ni en todas partes, pero párate a pensar, flores hay en balcones, en la ciudad, en las floristerías… Si te gusta la macrofotografía de flores nunca te vas a quedar sin material.

10. Lleva contigo un vaporizador
No siempre vas a encontrar rocío mañanero ni en el lugar ni de la forma que quizá te gustaría. Así que, ¿por qué no crear tu propio rocío? Es tan sencillo como llevar contigo un pequeño vaporizador con agua y rociar las zonas de la planta y la flor que desees y en la forma que desees.Llévate un vaporizador

11. Cuida mucho la composición
Tu Composición Fotográfica

Nota de Mario: Me complace darle la bienvenida a Caro Musso, nueva colaboradora del Blog del Fotógrafo. Caro es, como tú y yo, amante y apasionada de la fotografía, además de caudalosa autora. Entre sus publicaciones consta su novela La joven de ojos de miel. A partir de hoy Caro participará con un artículo semanal el cual espero sea de tu agrado y utilidad.
¡Bienvenida Caro!
¿Cómo vas a hacer fotos buenas? Lo tienes muy difícil. Sí, ya. Tienes una cámara muy obsoleta que hasta te da vergüenza sacar delante de otras personas, te faltan las lentes apropiadas, no tienes disparador remoto, ni flash ni trípode. Y ya ni qué decir del postprocesado, no tienes instalado Photoshop ni ningún programa de edición de fotos decente. ¿Cómo ibas a hacer fotos buenas?
Espera. Hay una cosa gratuita, ligera, que no necesitas comprar, ni requiere que la lleves encima en una mochila ni nada de eso. Una cosa TREMENDAMENTE poderosa, una de las poquísimas cosas sobre las que tienes control absoluto y total. Algo que te permite mejorar enormemente tus resultados fotográficos, con la misma cámara obsoleta de la que te quejas. Se llama “Composición” 
¿Que por qué es tan poderosa la composición? Muy simple, una escena maravillosa puede perder todo el interés por una mala composición y, sin embargo, un objeto totalmente falto de interés puede llegar a ser muy sugerente si se realiza una buena composición.
Hoy te traigo 9 consejos y trucos (con ejemplos concretos) relacionados con la composición, que te ayudarán a triunfar con tus fotografías.
9 consejos y trucos de composición fotográfica
Lo primero que debemos decidir es cuál es nuestro centro de interés y el encuadre que queremos darle a la fotografía, horizontal o vertical. Una misma imagen puede transmitir distintas sensaciones según el encuadre que le demos. El horizontal suele dar sensación de amplitud o serenidad, mientras que el vertical es más dinámico.
Ahora veamos las reglas y consejos que siempre hay que tener presente.
1)    Regla de los tercios
Esta es la más importante de todas y se deriva de la famosa proporción áurea.
Divide la imagen en tres tercios tanto horizontales como verticales y tendrás como resultado cuatro intersecciones de líneas.
Estos puntos de intersección se conocen como puntos fuertes y es donde debemos colocar el objeto de interés para que nuestra fotografía tenga un mayor impacto. Truco: Si activas la cuadrícula de tu cámara te ayudará a hacer un buen encuadre desde el principio y no tener que recurrir después a los programas de edición.

La chica aquí es el centro de interés
Aquí, como en todo retrato, el centro de interés son los ojos
2) Ley del horizonte
No sólo sirve para fotos de paisajes en las que tengamos un horizonte, sino también para cualquier línea de la imagen que nos ayude a dividir la composición en dos partes diferenciadas. Traza dos líneas imaginarias que seccionen la imagen en tres partes iguales y coloca el horizonte en el tercio superior o inferior según lo que quieras destacar. Si tienes un cielo espectacular, puedes colocar la línea del suelo en el tercio inferior y dejar los dos tercios superiores para el cielo. Nunca dejes la línea de horizonte en el centro a no ser que lo que estés fotografiando sea una simetría.
Y no olvides que lo ideal es que la línea del horizonte esté completamente recta.
Como en esta composición el interés está en el cielo, el horizonte queda mejor en la línea inferior.

En esta imagen lo que se pretende destacar son las espigas, por lo que el horizonte se coloca en la línea superior.

En esta foto buscamos la simetría, por ese motivo, en este caso la línea del horizonte se sitúa justo en el centro.
 3) Ley de la mirada
Es muy importante dejar espacio en la zona a la que la persona, mirada u objeto se dirigen, de lo contrario dará sensación de “apretujado”, como en la primera foto.

Ley de la mirada – Composición incorrecta
Ley de la mirada – Composición acertada ya que se dejó un espacio suficiente a la izquierda del encuadre, dirección hacia la cual mira el sujeto
4) Cuidado con la proporción de los objetos
A veces fotografiamos un monumento enorme con una persona delante que apenas se ve. ¡Pídele que se acerque más a la cámara, no muerde!
Big ben
5) Las líneas
Nos ayudan a dirigir la mirada del espectador al objeto de interés y también a transmitir mayor o menor dinamismo, según sean verticales, horizontales o diagonales. Pero ojo, éstas deben centrar la atención y no distraerla.
La líneas en la composición fotográfica
6) Efecto Pattern
Juega con la repetición de elementos para dar sentido de relación a las distintas partes de la imagen.

Efecto Pattern
7) Utiliza los marcos naturales
Una ventana, un marco de una puerta, o la vegetación pueden ayudar a enmarcar tu objeto de interés creando un mayor impacto.
Marco Natural
 8) Rellena el encuadre
Rellena el encuadre con el protagonista y elimina todo lo que moleste en la imagen, acércate si es necesario y no dejes espacios vacíos, a no ser que utilices intencionadamente la técnica contraria del Espacio negativo. Ésta se utiliza más en blanco y negro y sobre todo transmite calma, soledad, aislamiento…
Demasiado espacio en blanco en la parte superior
Aquí nos hemos acercado un poco más rellenando el encuadre
Aquí vemos un ejemplo de espacio negativo buscado intencionadamente.
 9) Cambia la altura y la perspectiva
Prueba a agacharte o a tirar las fotos desde un ángulo más alto y observa cómo te gusta más. Si haces todas las fotos de pie, tendrán menos impacto. Para fotografiar niños o mascotas, ponte a la altura de sus ojos.
Perspectiva con resultado “normal”
Aquí, con un ligero cambio de perspectiva hemos conseguido mejorar el resultado
No olvides que las reglas a veces están para romperlas, pero primero hay que conocerlas y tener una intención concreta para saltárnoslas.
En este tipo de fotografías a priori estáticas, una buena composición es tan básica como libre, aunque para empezar te serán de ayuda algunas reglas de composición básicas:
  • Regla de los tercios
  • Ley de la mirada (en caso de que encontraras algún bichejo en la flor y quisieras retratarlo como parte de ella, deja espacio en la dirección a la que se dirige la mirada de éste)
  • Llena el encuadre. No tengas miedo a zambullirte en el encuadre y llenarlo por completo.
Cuida la composición
… Y un favor: déjalo todo como lo encontraste o mejor aún 

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