Fotografía a rayos nocturnos. Posición “B”
Podemos distinguir dos tipos básicos de
rayos: rayos nocturnos, fotografía realizada generalmente con tiempos de
exposición de 5 segundos a 2 minutos , y
rayos diurnos, fotografía con tiempos de exposición inferiores al segundo,
utilizando el modo de disparo a ráfagas (varios disparos por segundo para un
tiempo de exposición dado).
Esta técnica se puede realizar siempre que
nuestra cámara posea un modo de disparo “Manual”, pues deja al usuario seleccionar la
abertura del diafragma y el tiempo de exposición (obturador) entre 1 y 30
segundos, O una función llamada posición “B” o “Bulb
Pues
bien, use la función Bulb de la cámara, nos aparece cuando aumentamos el tiempo de exposición por sobre
los 30 segundos. Para ello gire el dial hasta B o bulb
Esta función hace que el obturador se mantenga abierto,
y que por tanto pase luz al sensor, todo el tiempo que mantengamos presionado el botón del obturador. Hay que recordar que no funciona solo con tiempos mayores a 30 segundos, si no que pueden ser menores, incluso tan cortos como
podamos.
Usar trípode y intervalometro para tomas larga
exposición su duración y también cuantas tomas de una serie o cuanto tiempo de
una a otra
-Tiempo de Exposición (valores entre 5 segundos y 2 minutos)
– Abertura del Diafragma (valores entre f5.6 y f22)
– Profundidad de campo (diafragmas cerrados, f8, f11, f16 y f22)
– Velocidad ISO (sensibilidades bajas, valores de 50,100 y 200)
– Balance de Blancos adecuado (No automático)
– Enfoque Manual (no automático)
– Estabilización de la cámara. Usar un trípode de calidad.
– Evitar trepidaciones. Usar cable disparador o cable/mando control remoto.
Aparte de un correcto enfoque manual,
que deberá realizarse previamente enfocando a una zona u objeto situado a la
misma distancia aproximada que el rayo que va a caer (esto es difícil de
predecir), los dos parámetros más importantes o sea, el tiempo de exposición y la abertura
del diafragma.
Los valores que introduzcamos dependen de las
características de los rayos que tengamos delante, es decir, fundamentalmente
de:
– Distancia a la que están cayendo (lejanos, media distancia o cercanos)
– Frecuencia con la que caen (1 cada seg, 1 cada 10seg, 1 cada 30seg…)
– Intensidad o luminosidad de los rayos (unos son más intensos que otros).
– Oscuridad/Luminosidad del lugar donde caen los rayos.
– Oscuridad/Luminosidad del lugar donde estamos haciendo las fotos.
Una regla fundamental: la exposición
correcta del rayo en fotografía nocturna sólo depende del valor f del diafragma
elegido y NO del tiempo de exposición utilizado. Por el contrario, la exposición
correcta del resto de los elementos que compongan la imagen (rayo aparte) SI
que dependen del tiempo de exposición utilizado (además del valor f del
diafragma). Esto es así, simplemente, porque la luz o fogonazo del rayo durará
como mucho 1 segundo, y nuestros intervalos de tiempo usados, en este modo
nocturno, van a ser siempre superiores, es decir, no va a haber luz acumulativa
del rayo por su “flash” porque expongamos 5 o 50 segundos, pero sí que la va a
haber por luz reflejada o emitida de las luces estáticas, edificios, terreno,
nubes, objetos, etc. que completen el fotograma.
La frecuencia de los rayos también
modifica estos parámetros, si los rayos caen cada segundo o cada 2 o 3
segundos, podemos hacer exposiciones cortas, nos saldrá el cielo y terreno más
oscuro, más sobreexpuesto que el rayo, por lo que éste contrastará más con el
resto del fotograma, pero si los rayos caen cada 30 segundos, por ejemplo,
habrá que esperar más para cerrar el obturador y por lo tanto el cielo, terreno
y objetos que completen el fotograma saldrán más claros (para un mismo valor
del diafragma) y con una tonalidad rojiza o azulada (dependiendo del balance de
blancos elegido), contrastando el rayo menos con el entorno que en el caso de
las exposiciones cortas, con el cielo negro.
En el primer caso podemos elegir
diafragmas más abiertos (f5.6 y f8) para compensar esa posible subexposición y
en el segundo caso diafragmas más cerrados (f11 y f16).
Por supuesto también
influye que los rayos estén más cerca (usaremos diafragmas cerrados f11 a f22)
o más lejos (usaremos diafragmas más abiertos f4 a f8) y aquí el tema del
enfoque y la profundidad de campo juegan un papel importante: puesto que no
podemos enfocar el rayo a priori, es necesario hacer un enfoque manual previo a
una distancia representativa, usando el diafragma más cerrado que podamos
elegir para que aumente así la profundidad de campo, es decir la zona bien
enfocada.
Otra posible solución es bloquear el enfoque a infinito, si nuestra
cámara tiene esa función, o enfocar manualmente a infinito (o un poco menos),
asegurándonos que, por ejemplo, de que todo lo que está entre 2 y 30 Km. de
distancia quede correctamente enfocado.
En cualquier caso, la única receta
segura posible es probar y probar y examinar a posteriori los resultados
analizando diafragma, tiempo de exposición, enfoque y sensibilidad utilizados,
aprenderemos un montón, sobre todo de nuestros fallos, pero sin ser demasiado
absolutistas en este sentido, ya que cualquier error en la precisión de nuestros
parámetros sobre la exposición correcta es prácticamente despreciable frente al
mayor error que cometeremos por la impredecible y variable luminosidad e
intensidad del rayo que va a caer, y que por supuesto no conocemos a priori.
Téngase en cuenta que su rango dinámico es muy superior a los 8 o 10 pasos de
diafragma de nuestra cámara que podemos controlar, por muy buena que ésta sea.
Asimismo, deberá elegirse un valor
correcto de la “ISO”. En principio la sensibilidad (ISO) cuanto más baja, mejor
(50 o 100 ISO), menos “grano” o ruido aparecerá en la fotografía
Solo están
aconsejadas sensibilidades más altas (200 o 400 ISO) con frecuencias de rayos
muy altas (1 cada dos segundos o más) ya que en esos casos si solo exponemos
entre 1 y 5 segundos, los elementos que componen el fotograma, aparte del rayo,
nos saldrán muy oscuros.
También podríamos optar por introducir un diafragma
abierto (f2.8 o f4), pero ya hemos dicho que cuanto más cerrados mejor, para
conseguir una mayor profundidad de campo y por tanto asegurar el enfoque
correcto.
Debe planearse con antelación el lugar
desde donde fotografiar. Elegir un primer plano lo más oscuro posible y que no
se vea alterado por las luces de los coches que pasen por una carretera próxima
(o por las luces de los aviones en su aproximación a un aeropuerto), un
fogonazo de las “largas” de un coche en plena exposición echará a perder el
rayo más logrado.
Es imprescindible usar un buen trípode,
debido a largo tiempo de exposición utilizada y a las posibles rachas de viento.
También es aconsejable usar cable o disparador automático en vez de apretar al
botón disparador con los dedos, se termina moviendo la
cámara.
Para protegerla de la posible lluvia se puede utilizar un paraguas o
guarecerse en un soportal, teniendo cuidado de que no salgan en la foto.
En
pleno campo se puede disparar desde el interior del coche con un mini-trípode
adecuado o de los que se fijan a la ventanilla del mismo. Limpiar de vez en
cuando el objetivo de las posibles gotas de lluvia.
Figura Diafragma = f4.5. Tiempo de exposición 16 seg. ISO=50.
Cada vez que terminemos de hacer una
exposición larga, por ejemplo 30 segundos, la cámara estará ocupada (“busy”)
procesando la información otros 30 segundos, por lo que los rayos de ese
intervalo siguiente de tiempo los perdemos.
Debemos desconectar, si tiene, la
función de reducir ruido en fotografías con tiempos de exposición superiores al
segundo, esto retrasa la rápida puesta de nuevo en operatividad de la cámara,
lo haremos posteriormente por “software”. Y si nos lo podemos permitir
económicamente, usar otro cuerpo de cámara (y otro trípode).
Asimismo es importante valorar si
queremos cerrar el obturador al primer rayo que captemos o seguir recogiendo en
el mismo fotograma nuevos rayos, acumulando en la misma foto rayos que no han
caído simultáneamente. Este efecto produce fotos asombrosas, aunque poco
realistas.
A continuación se presenta una tabla con
los valores de diafragma a usar para diferentes tiempos de exposición, en
función de la distancia a la que están cayendo los rayos y la frecuencia con
que lo hacen. Los signos “+” y “´-“ indican rayos más intensos y menos
intensos, respectivamente. El signo “=” es para todo tipo de rayos.
Los valores
mostrados son puramente orientativos y deberán tomarse solo como una primera
aproximación, sobre todo son útiles para obtener correctamente expuesto el
entorno, no el rayo en si, que dependerá como hemos dicho, sobre todo, de la
intensidad luminosa mostrada.
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